Un reciente avance científico ha dado un gran paso dentro de la medicina preventiva y personalizada. Un trasplante de microbiota fecal podría ser la clave para prevenir enfermedades crónicas, como la diabetes, enfermedades cardiacas y otras.
Un equipo de científicos de la Universidad de Auckland ha encontrado lo que parece ser una forma de revolucionar la medicina preventiva y personalizada. Especialmente, en lo que respecta a las enfermedades crónicas.
De acuerdo con un estudio realizado y publicado en la revista Nature Communications, una forma de reducir los riesgos de padecerlas sería por medio de un trasplante de microbiota fecal por vía oral. Esto ayudaría a reducir de forma duradera el riesgo de síndrome metabólico, diabetes y enfermedades cardiacas.
Los investigadores señalan que se observó una mejora sostenida en la salud metabólica durante por lo menos cuatro años después del tratamiento. Esto abre nuevas perspectivas en la lucha contra enfermedades crónicas de alta prevalencia.
Trasplante de microbiota fecal: un enfoque que podría abrir nuevas puertas hacia la prevención de enfermedades crónicas
En el estudio, realizado en diciembre del 2020, participaron 87 adultos jóvenes con obesidad. Ellos recibieron cápsulas de trasplante de microbiota fecal, una mezcla de bacterias intestinales procesadas para su consumo oral.
En el seguimiento realizado en el año 2025, los científicos evaluaron a 55 de los participantes originales. De ellos, 27 recibieron el trasplante y 28, un placebo. El método que se utilizó evitó el sabor y olor desagradables de este tipo de procedimientos, por lo que permitió analizar los efectos a largo plazo de una única dosis.
Los resultados fueron alentadores: quienes recibieron el trasplante mostraron una reducción notable del síndrome metabólico. Este es un conjunto de factores que ocasionan presión arterial elevada, altos niveles de azúcar y grasa en la sangre, así como un aumento en la circunferencia de la cintura y colesterol alterado.
No se observó una pérdida de peso significativa ni cambios importantes en el índice de masa corporal, sí registraron una disminución en la grasa corporal y mejores indicadores metabólicos. En comparación con el grupo placebo.
De igual manera, la mezcla de bacterias trasplantada permaneció en el organismo de los pacientes hasta cuatro años después. Lo que demuestra que el efecto beneficioso es duradero y pocas veces será necesario repetir el tratamiento.
También disminuye el riesgo de padecer diabetes
Wayne Cutfield, endocrinólogo pediátrico de la Universidad de Auckland, mencionó acerca del notable hallazgo: “Lo impresionante es que un solo tratamiento produjo una reducción espectacular del síndrome metabólico que duró al menos cuatro años”.
Cutfield destacó que este avance implica “un riesgo mucho menor de desarrollar diabetes y enfermedades cardíacas a largo plazo” para los participantes tratados.
Aunque en este estudio no se menciona, otras investigaciones sugieren que este tipo de intervenciones podrían ser de gran utilidad para el tratamiento del cáncer, enfermedades cerebrales y el envejecimiento. Pero, como te mencionamos, estos enfoques no se incluyen en los estudios de los científicos de Auckland.