¿La relación más ‘tóxica’ del universo? ¡No es la tuya! Detectan un planeta con su estrella anfitriona y aquí te contamos de qué se trata y por qué la están llamando así.
Estamos seguros de que, en muchas ocasiones, has escuchado la famosa frase ‘relación tóxica’ para referirse a una relación entre dos personas (sin importar el tipo de relación) que se hablan o juntan, pero suelen pelear o discutir frecuentemente.
Bueno, esa es la etiqueta que se le da a una relación así, pero en esta ocasión no te hablaremos de personas, sino de un planeta y su estrella anfitriona, bastante inusual, pero sí, así que presta mucha atención.
Como ya bien sabemos, el universo es <<una enorme extensión de espacio que contiene toda la materia y energía que existe, galaxias, estrellas y planetas>> de acuerdo con el portal de StarChild de la NASA.
Dentro del universo se encuentra la Vía Láctea, la galaxia en la que está el sistema solar que a su vez contiene el planeta en el que vivimos; la Tierra, misma que sobrevive gracias a su estrella anfitriona; el Sol.
Así como el Sol, existen más estrellas, tal como es el caso de HIP 67522 b, que es un poco más grande que nuestro Sol, así como también es ligeramente más fría y joven.
La ‘relación’ más tóxica del universo; detectan un planeta causando su destrucción
Sí, así es. Esta estrella tiene dos planetas, pero nos enfocaremos solo en uno, en HIP 67522 b, y se encuentran a, aproximadamente, 415 años luz de nuestro planeta, justo en la constelación de Centauro.
El planeta (exoplaneta) es considerado como uno de los más jovenes, pero eso no es lo más interesante, sino su relación con la estrella anfitriona.
El artículo que detalla la ‘relación’ que hay entre el planeta y su estrella está en la revista científica de Nature bajo el titular de Un planeta cercano induce bengalas en su estrella anfitriona.
Este exoplaneta es el más interno, y hay una interacción magnética que persiste entre la estrella y planeta en el sistema, y los expertos detallan que;
<<La estabilidad de la interacción implica que el planeta más interior se autoinflige contínuamente una tasa de bramaje seis veces mayor de lo que experimentaría sin interacción>>.
Teniendo en cuenta lo anterior, el flujo de radiación y las partículas son como una especie de bombardeo para el exoplaneta, lo que <<puede explicar la atmósfera notablemente extendida del planeta>> se describe en el artículo.
Este planeta orbita demasiado cerca de su estrella anfitriona como para causar perturbaciones en él, tal como la energía en forma de ondas que chocan con la estrella anfitriona (en la superficie) de tal manera que se hagan llamaradas solares potentes.
Teniendo en cuenta lo último, sí, este planeta y la estrella que orbita tienen una especie de ‘relación tóxica’ pues es destructiva para el exoplaneta.