Un equipo internacional de investigadores ha marcado un hito dentro de la investigación biomédica, así como de la lucha contra enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson. Han presentado la mayor base de datos de biomarcadores para el diagnóstico de estas enfermedades.
Los avances de la ciencia y de la medicina son cada vez más grandes y significativos, ya que se han logrado descubrir tratamientos efectivos contra algunas enfermedades. Así como el origen de otras y formas mejores de detectar los padecimientos que afectan a millones de personas en el mundo.
Detectar a tiempo todas las enfermedades es crucial para que se pueda llevar a cabo un diagnóstico correcto y brindar un tratamiento correcto a cada una de ellas. Especialmente, aquellas que son neurodegenerativas, pues si bien no hay cura aún para la gran mayoría, un tratamiento correcto sí puede hacer la diferencia para minimizar los daños o detener los avances.
En el caso de padecimientos como el Alzheimer y la enfermedad de Parkinson, se ha buscado una forma de detectar a tiempo cualquiera de estas condiciones. Ya existen algunos avances con los que se puede detectar el Parkinson de una manera rápida y precisa, pero un nuevo logro de un equipo internacional de científicos ha revelado un nuevo avance.
Y que es ha presentado la mayor base de datos de biomarcadores proteicos. Esta tendrá implicaciones directas para que se puedan detectar tempranamente enfermedades como el Alzheimer, Parkinson, demencia frontotemporal y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
Esto, de igual manera, ayudará para que los investigadores puedan desarrollar tratamientos personalizados y efectivos para pacientes con alguna de las condiciones antes mencionadas.
Científicos presentan la base de datos de biomarcadores proteicos más grande hasta ahora
Este proyecto fue liderado por el investigador español Carlos Cruchaga, en su laboratorio de la Universidad de Washington en San Luis, Estados Unidos. El trabajo de investigación se publicó en 5 artículos, de las revistas Nature Medicine y Nature Aging.
En la base de datos, se pueden encontrar más de 250 millones de mediciones proteicas obtenidas de aproximadamente 40 mil muestras biológicas. Es decir, de plasma sanguíneo y líquido cefalorraquídeo, procedente de individuos de todo el mundo.
“Hasta hace poco no creíamos que la sangre pudiera reflejar lo que ocurre en el cerebro”, explica Cruchaga. “Ahora sabemos que estas enfermedades alteran los niveles de proteínas en sangre, lo que nos permite identificar marcadores específicos”.
La importancia de este descubrimiento para la detección temprana de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson
En este trabajo, los investigadores identificaron más de 2 mil proteínas asociadas a cada una de las tres enfermedades principales. Como el Alzheimer, Parkinson y la demencia frontotemporal. Mediante técnicas de aprendizaje automático, aislaron las 10 proteínas más determinantes para cada una de estas enfermedades.
Esto ha permitido compararlas entre sí, al igual que con perfiles de envejecimiento sano. “Es la primera vez que podemos comparar estas enfermedades desde el punto de vista del perfil proteico, ver lo que tienen en común y aislar lo específico de cada una”. Destaca Cruchaga.
Con ello, se abre la puerta a tratamientos menos invasivos, evitando la extracción de liquido cefalorraquídeo. Por lo que la sangre sería una manera mucho más viable de encontrar a tiempo señales de estos padecimientos en los potenciales pacientes.
Asimismo, uno de los estudios realizados ha identificado una variante genética que incrementa el riesgo de padecer Alzheimer. También, podría tener relación con otras enfermedades neurodegenerativas.
Mientras que otros estudios analizan la forma en la que los niveles de proteínas en sangre y líquido cefalorraquídeo influyen en la salud cognitiva. “Este es solo el comienzo, la punta del iceberg”, puntualiza Cruchaga. “Estamos construyendo las bases para una nueva generación de terapias que podrían cambiar la vida de millones de personas”.