Los astrónomos siguen descubriendo grandes cosas fuera de la Tierra. Algunas de ellas son tan maravillosas que nunca nos hubieran pasado por la mente. Y otras simplemente superan nuestros niveles de comprensión. Como lo demuestra el descubrimiento que hicieron en torno a un agujero negro en la Vía Láctea.
Gracias a los avances de la tecnología, los astrónomos han tenido la posibilidad de estudiar más a fondo algunos de los fenómenos que ocurren fuera de la Tierra. Incluso objetos que proceden de lugares más lejanos que nuestro Sistema Solar
Esto hubiera sido imposible antes, por lo que ahora se aprovechan todas las tecnologías disponibles para mejorar la investigación. Así como obtener mejores resultados en estas investigaciones.
Una de las tecnologías que ha proporcionado a la ciencia muchas evidencias y respuestas es el telescopio espacial James Webb. Mismo que ha realizado grandes descubrimientos, por lo que se han podido resolver algunos de los misterios que abundan en el universo.
Recientemente, los astrónomos que utilizan el telescopio espacial James Webb han detectado llamaradas dinámicas de luz cerca del agujero negro supermasivo que se encuentra cerca del centro de la Vía Láctea. Este despliegue constante y rápido incluye destellos cortos de segundo de duración y llamaradas de luz más largas, con un intenso brillo y ocurren a diario.
Estas observaciones suponen la inspección más larga y a detalle que se ha podido llevar a cabo sobre el agujero negro central de la Vía Láctea: Sagitario A*. Y se basa en pruebas anteriores de su actividad muy alta en energía.
¿Qué observaron los astrónomos en el agujero negro?
Como se sabe, los agujeros negros no se ven. Sin embargo, lo que sí es visible son las llamaradas de gas caliente que se arremolinan alrededor del agujero negro. Los astrónomos creen que estas llamaradas proceden del borde interior del disco de acrecimiento. Más allá de la zona de sucesos del agujero negro.
Es decir, de aquella zona alrededor del agujero negro donde la gravedad ya no permite que la luz escape de él.
“En nuestros datos vimos un brillo burbujeante que cambiaba constantemente”. Declaró en un comunicado Farhad Yusef-Zadeh, autor principal del estudio. “Y entonces ¡bum! De repente surgió un gran estallido de brillo.
Después, volvió a calmarse. No pudimos encontrar un patrón en esta actividad. Parece ser aleatoria. El perfil de actividad de este agujero negro era nuevo y emocionante cada vez que lo observábamos”.
Destellos luminosos nunca antes vistos
Yusef-Zadeh y su equipo observaron al agujero negro por 48 horas durante un año en incrementos de 8 a 10 horas y utilizando la Cámara del Infrarrojo Cercano del Webb para monitorear al actividad del gigante. Gracias a ello, observaron entre cinco y seis llamaradas al día, así como destellos de luz de menor tamaño.
“Se espera que se produzcan llamaradas en prácticamente todos los agujeros negros supermasivos, pero nuestro agujero negro es único”. Dijo Yusef-Zadeh. “Siempre está burbujeando de actividad y nunca parece alcanzar un estado estacionario.
Observamos el agujero negro varias veces a lo largo de 2023 y 2024, y notamos cambios en cada observación. Vimos algo distinto cada vez, lo cual es realmente extraordinario”.
Los científicos creen que estos estallidos de luz se generan a causa de pequeñas fluctuaciones turbulentas dentro del disco de acrecimiento que podrían comprimir el gas caliente y energético lleno de plasma y provocar un destello de radiación.
De igual manera, los investigadores buscan monitorear al agujero negro para saber si las llamaradas muestran periodicidad o son realmente aleatorias. También buscan saber a qué velocidad gira Sagitario A*, además de aprender a simular cómo es que se comportan los discos de acrecimiento de los agujeros negros.