¿Has escuchado hablar sobre la tos ferina? Muy seguramente no la conoces, pero, lo más probable, es que ya hayas vivido o visto una.
Cuando hablamos de tos, inmediatamente lo relacionamos con una temperatura ambiental fría, pero la realidad es que no, no siempre es así, aunque puede suceder, pero en esta ocasión te hablaremos de una infección.
Durante el día a día nos exponemos a un sinfín de situaciones que ponen en riesgo nuestra salud, tal como el adquirir una infección como la de garganta, entre otras que resultan ‘inofensivas’, pero que tienen signos y síntomas bastante desagradables.
La tos ferina es <
Contagiarse de esta enfermedad es bastante fácil si te acercas a alguien que ya esté atravesando por la infección, y se da porque tose o estornuda frente a ti, dado que las gotas pequeñas que salen disparadas de mueven mediante el aire, llegando a superficies e incluso a tu piel.
Los mismos expertos mencionan que la bacteria que provoca esta infección es una llamada bordetella pertussis, y afecta las vías respiratorias principalmente.
Si bien esta infección puede darle a todas las personas, sin importar la edad, la realidad es que es bastante peligrosa para bebés, dado que puede llegar a causar discapacidades y, en casos más severos, el deceso, por lo que es importante que tengas en cuenta los síntomas.
Los síntomas de esta infección, la tos ferina, pueden variar de persona a persona, es decir, no siempre deberán tener todos los síntomas, por lo que si notas:
Fiebre leve
Diarrea
Rinorrea (goteo nasal)
Estertor en niños o bebés
Vómito (por el episodio de tos)
Pérdida breve de conocimiento (por episodio de tos)
Estos signos y síntomas empezarán a aparecer después de la semana en la que se estuvo expuesto a la bacteria.
Toda vez que empieces a presentar un signo o síntoma, deberás acudir de manera rápida al doctor, comentando tu molestia o la de tu bebé, para que sea el encargado de la salud quien dé un diagnóstico certero.
Ahora bien, lo recomendable es no automedicarse si presentar alguno de los síntomas mencionados con anterioridad, dado que no siempre tenemos lo que sospechamos.
Finalmente, si el doctor ya te diagnosticó y recetó un tratamiento, evita acudir a lugares concurridos o encerrados, así como, preferiblemente, haz uso de cubrebocas, de tal manera que evites el riesgo de contagio a más personas.
Así que ya lo sabes, estos son los signos y síntomas de la tos ferina, así como también ya sabes lo que es realmente esta infección, puede resultar peligrosa si no se trata de manera correcta.
Por último, pero no menos importante. Procura tener especial cuidado con personas mayores, aparte de con los niños, ya que ellos también son más propensos a que la infección se complique más de lo normal.