La prevención y detección a tiempo de una enfermedad es fundamental para extender las posibilidades de vida. Una de estas enfermedades es el cáncer, por lo que la detección a tiempo es muy valiosa. Hay pruebas que te ayudan a detectarlo, como el Papanicolau.
Seguramente has escuchado hablar acerca de la prueba del Papanicolau. Aquella que se utiliza para detectar alteraciones celulares en el cuello uterino. De acuerdo con el sitio Medline Plus, el Papanicolau es la prueba que se realiza en las mujeres, a fin de detectar cáncer de cuello uterino.
Este tipo de cáncer es una de las principales causas de muerte entre las mujeres, sin embargo, cuando se detecta a tiempo, tiene muchas posibilidades de curarse. De ahí la importancia de llevar a cabo las pruebas pertinentes para descartar la presencia de esta enfermedad.
La prueba de Papanicolau es ampliamente recomendada por profesionales, pero no es para todas las mujeres, ya que deben cumplirse ciertos requisitos: como la edad, el historial médico personal y las condiciones individuales de cada mujer.
Papanicolau: esta es la frecuencia con la que debes realizarte esa prueba
Como te comentamos, para poder realizarte esta prueba, es necesario que tengas por lo menos 21 años, que es la edad ideal para hacerte el primer examen. Si tienes entre 21 y 29 años, debes realízate la prueba de Papanicolau cada tres años, sin importar si hay o no actividad sexual.
Dicha diferencia de tiempo es útil para detectar posibles cambios celulares, los cuales podrían convertirse en células cancerosas.
Para aquellas mujeres que tienen entre 30 y 65 años, las recomendaciones cambian, y esto depende de los métodos diagnósticos que se utilizaron. El periodo entre prueba y prueba sigue siendo de 3 años.
Aunque, si se combina con la prueba del Virus del Papiloma Humano (VPH), el periodo podría extenderse hasta 5 años. Siempre y cuando los resultados hayan sido normales. Dicha combinación de pruebas es la más sensible, por lo que permite que se detecte con mayor precisión el cáncer de cuello cervicouterino.
Para las mujeres mayores de 65 años, las pruebas presentan un cambio. Y es que, aquellas que a lo largo de su vida obtuvieron resultados normales en cada examen, podrían dejar de realizarse la prueba. Siempre que no tengan antecedentes de cáncer cervical o resultados anormales recientemente. Aunque esta decisión la toma el médico competente.
¿Qué pasa con las mujeres que presentan resultados anormales en la prueba?
En caso de que las pruebas hayan arrojado resultados anormales o las mujeres vivan con sistemas inmunes comprometidos (como puede ser por causa del VIH). Han recibido trasplante de órganos o se encuentran bajo tratamiento inmunosupresor, requieren que el seguimiento sea más riguroso.
Debido a que las condiciones anteriores, en conjunto con algunas otras, podrían aumentar el riesgo de padecer cáncer de cuello uterino, infecciones o alteraciones celulares. En caso de que esto suceda, debes consultar con un especialista para que te brinden el plan de pruebas que mejor se adapte a tu situación.
Recuerda que, si tienes entre 21 y 29 años, debes realizarte esta prueba cada tres años. No obstante, lo mejor que puedes hacer es acudir con los especialistas para que te den el mejor seguimiento o plan de pruebas.