¿Alguna vez te has preguntado si es lo mismo un ataque cardiaco y un paro cardiaco? Si tienes dudas en esto presta mucha atención que el día de hoy te diremos algo que, muy probablemente, no sabías y que te ayudará en el momento más crítico.
A lo largo de nuestra vida atravesamos por un sinfín de situaciones de todo tipo, buenas, malas, algunas que nos provocan felicidad extrema, otras preocupaciones y otras más que ponen en riesgo la salud.
Sin embargo, debemos estar preparados para cada una de estas situaciones, especialmente para las últimas mencionadas, ¿la razón? En ocasiones, depende mucho de cómo resolvamos o enfrentemos los momentos que atentan con la salud de alguien, sin embargo, hay muchos factores más que tomar en cuenta.
Ahora bien, existe un error que muchas personas suelen cometer; creer que un ataque cardiaco es lo mismo que un infarto, y este error puede, incluso, llegar a costar la vida de alguien.
El paro cardiaco y un ataque cardiaco no son lo mismo
La Biblioteca Nacional de Medicina aclara que <
Por ende, tomando en cuenta lo anterior, el paro cardiaco es mucho más peligroso que el ataque, ya que en el paro cardiaco la tasa de supervivencia es bastante baja, contraria al ataque, que la mayoría de las personas sobreviven.
Estos mismos expertos mencionan que el paro cardiaco tiene lugar cuando <
Durante este ataque el corazón puede latir demasiado rápido, o bien, muy lento, lo que provoca que la sangre deje de ‘bombear’.
Los factores de riesgo para un paro cardiaco es la fibrilación ventricular, enfermedades de arterias coronarias, estrés, trastornos hereditarios o cambios estructurales como un corazón más grande, según los expertos de la salud.
Ahora bien, el ataque cardiaco, más conocido como infarto de miocardio, se da cuando <
Y lo que causa el infarto (ataque cardiaco) puede ser la acumulación de placa en las paredes de las arterias coronarias, misma que está compuesta, inicialmente, por colesterol.
Este ataque puede suceder en cualquier momento del día, independiente de si estás en la cama, dormido, o si estás haciendo alguna actividad, especialmente se pueden dar después de momentos de estrés.
El dolor en el pecho, que se corra hasta brazos, hombro, cuello, mandíbula, espalda y área del abdomen, es el síntoma universal de un ataque cardiaco que está empezando a ocurrir.
A su vez, podrías presentar tos, mareos, náuseas, problemas para respirar y sudor.
El paro cardiaco, contrario al ataque, lo podemos identificar desde el momento en el que el corazón deja de latir, perdiendo el conocimiento por completo. Sin embargo, también puede haber dolor en el pecho, dificultad para respirar y vómitos, ¡pero! Esto sería una hora antes del paro, algo como un ‘aviso’.
Por tanto, debes de tener muy en cuenta esto, y otra cosa que debes atender es que, en ocasiones, un paro cardiaco puede venir después del episodio de un ataque, así que tendrás tiempo contado para empezar a actuar ante los primeros síntomas.