Las pruebas de detección de cáncer pueden ser consideradas invasivas, dolorosas o incómodas. Pero, con la llegada de un nuevo test de sangre, será posible detectar señales tempranas de cáncer. Esta nueva prueba podría incorporarse para mejorar los resultados clínicos.
Créditos de imagen: EspecialLa detección temprana de cáncer es crucial para que la enfermedad pueda ser tratada a tiempo, no desarrolle complicaciones o cause el fallecimiento de la persona afectada. Por lo que es necesario acudir a revisiones regularmente o buscar ayuda profesional en cuanto se identifique el primer síntoma.
Las pruebas que se utilizan para la detección del cáncer han demostrado ser confiables, pero recientemente, se ha anunciado el desarrollo de un análisis de sangre único. Este ayudará a identificar señales químicas que se asocian a diversos tipos de cáncer.
Este test podría colaborar en la detección de la progresión de muchos tipos de cáncer, en una etapa temprana, cuando aún son tratables. Gracias a que ha demostrado que es un excelente complemento para otros métodos de detección, es que ayudaría a identificar el cáncer en etapas tempranas.
Desarrollan un test de sangre que ayudará a detectar diferentes tipos de cáncer en etapas tempranas
Este test se ha conocido formalmente como Detección temprana de múltiples cánceres (MCED). Se espera que esta prueba sea incorporada de forma anual o bienal. Este podría mejorar los resultados clínicos al interrumpir el avance de la enfermedad, de acuerdo con los estudios que se publicaron en la revista BMJ Open.
En la actualidad, solo los tipos de cáncer de mama, intestino, cuello uterino y pulmón en personas de alto riesgo se pueden detectar de forma confiable. Sin embargo, aunque los análisis mencionados podrían ayudar a reducir la mortalidad, también tienen el defecto de que pueden presentar falsos positivos, así como casos de sobrediagnóstico.
Debido a esto, es que se buscaba descubrir cuál era el intervalo ideal de cribado para detectar la mayoría de los cánceres en fases iniciales (estadios I y II). Pero con la ventaja de que no es necesario recurrir a exámenes o tratamientos más invasivos.
Créditos de imagen: iStockEfectividad de esta prueba de sangre
Con el objetivo de conocer la efectividad, utilizaron un modelo publicado anteriormente sobre la progresión del cáncer. El objetivo de esto era el de evaluar el impacto del cribado con la prueba MCED en el momento del diagnóstico y la mortalidad.
El estudio se llevó a cabo en personas de 50 a 79 años que recibían atención médica convencional. Asimismo, se modelaron frecuencias diferentes de cribado, que va de 6 meses hasta 3 años. Se puso mayor atención en los periodos bienal y anual.
Se tomaron en cuenta dos patrones de progresión tumoral uno de crecimiento rápido (estadios tempranos durante 2–4 años) y otro más agresivo (estadios tempranos durante 1–2 años).
De igual manera, se incluyeron varios tipos de cáncer: ano, vejiga, mama, cuello uterino, colorrectal, esófago, vesícula biliar, cabeza y cuello, riñón, hígado y vías biliares, pulmón, ovario, páncreas, próstata, sarcomas, estómago, tiroides, tracto urotelial y útero; así como cánceres hematológicos como leucemia, linfoma, melanoma y neoplasias mieloides o de células plasmáticas.
Como resultado, descubrieron que todos los intervalos de cribado con MCED aumentaron la detección de cánceres en estadios iniciales. A comparación de las pruebas convencionales, y el cambio más notable se vio en los tumores de crecimiento rápido.
El cribado anual en tumores de crecimiento rápido detectó 370 casos adicionales por cada 100.000 personas al año. Lo que redujo en un 49 % los diagnósticos en fase avanzada. Y en un 21 % las muertes a 5 años, comparado con la atención convencional.
El cribado bienal mostró beneficios, aunque en menor grado 292 casos más detectados por año por cada 100.000 personas. 39 % menos de diagnósticos tardíos y 17 % menos de muertes en 5 años.
