La vacunación infantil es una de las acciones más importantes para asegurar una vida más saludable. Con ella, se puede prevenir una gran cantidad de enfermedades que antes eran mortales. Sin embargo, datos alarmantes muestran que la tasa de vacunación en los niños ha caído drásticamente.
De acuerdo con cifras alarmantes, a nivel mundial, los niveles de vacunación infantil han disminuido en los últimos años. Estas tasas se han visto estancadas desde el año 2010, lo que ha ocasionado que millones de niños queden vulnerables a enfermedades como el tétanos, la poliomielitis, la tuberculosis y otras.
Todas estas enfermedades pueden prevenirse por medio de la vacunación oportuna. Pero, con la caída en las tasas de vacunación, enfermedades como el sarampión mostraron un repunte en 100 países. Esto en un lapso del 2010 al 2019.
Dicha situación no solo se ha presentado en países de escasos recursos, sino también en países de ingresos mayores donde se había erradicado anteriormente el sarampión. Así lo menciona la revista The Lancet.
Caen las tasas de vacunación infantil en todo el mundo
“Después del agua potable, la vacunación es la intervención más efectiva para proteger la salud de nuestros niños”. Asegura Helen Bedford, profesora de salud infantil en el University College de Londres.
Pero, también hace una observación: ha aumentado la cantidad de padres que no quieren que sus hijos sean vacunados. Los motivos de este preocupante incremento se deben principalmente a la desinformación, aunado a que en algunos lugares hay escasez de vacunas.
A causa de ello, la profesora Bedford mencionó que, en Reino Unido, se ha registrado el mayor número de casos de sarampión desde 1990. También, recalca que casi una docena de bebés han fallecido a causa de la tos ferina.
Esto no solo sucede en Reino Unido, también pasa en Estados Unidos. Las tasas de vacunación en este país también van en picada, y los casos en los que los padres deciden no inmunizar a sus hijos es el más alto en la historia.
Un esfuerzo de varias décadas que se está desmoronando
En 1974, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció un programa de vacunación rutinaria para proteger a los niños contra enfermedades prevenibles y que resultaban mortales. Gracias a este esfuerzo, es que se ha logrado salvar la vida de 154 millones de personas en todo el mundo.
Desde el inicio del programa, la cantidad mundial de niños que recibían tres dosis de la vacuna contra la difteria-tétanos-tos ferina se duplicó, del 40% al 81%. El porcentaje de niños que recibieron la vacuna contra el sarampión también aumentó del 37% al 83%, con cifras similares para la poliomielitis y la tuberculosis.
Sin embargo, después de la pandemia del COVID-19, las tasas de vacunación disminuyeron, y cerca de 15,6 millones de niños no recibieron la vacuna contra la difteria-tétanos-tos ferina ni la vacuna contra el sarampión.
Casi 16 millones de niños no fueron vacunados contra la poliomielitis y 9 millones no recibieron la vacuna contra la tuberculosis, con el mayor impacto en el África subsahariana.
Investigadores del Instituto de Métricas y Evaluación de Salud de la Universidad de Washington realizaron un análisis y descubrieron que más de la mitad de los 15,7 millones de niños no vacunados del mundo en 2023 se concentran en ocho países: Nigeria, India, Congo, Etiopía, Somalia, Sudán, Indonesia y Brasil.
La OMS recalcó que los casos de sarampión se han multiplicado por 11 en el continente americano este año en comparación con 2024. Las infecciones de sarampión se duplicaron en la región europea en 2024. En comparación con el año anterior y sigue siendo común en África y el sudeste asiático.