Estaba previsto, The Strongest sometió a Bolívar por 2-1 ayer en el Clásico Paceño número 300. No solo porque el plantel dirigido por Carlos Bustos presentó una plantilla titular completa sino también porque sus jugadores tuvieron más actitud para encarar el importante cotejo.
Los goles para el equipo de Achumani fueron anotados por Joel Amoroso (49′) y Enrique Triverio (60′). Erwin Vaca fue quien marcó el único tanto para la Academia (40′).
El partido fue de ida y vuelta en el primer tiempo, con un Bolívar dominador circunstancial, aspecto que no pudo sostener por mucho tiempo, debido a las bajas que presentó en su escuadra titular. Rescatable fue la labor del arquero Carlos Emilio Lampe, quien de lejos, mostró que es el único que guarda pundonor deportivo a la hora de defender el honor del campeón nacional. El gol celeste llegó producto de un descuido de la defensa aurinegra, aprovechado con un certero cabezazo de Erwin Vaca.
Con ventaja celeste se fueron al descanso los planteles y en el segundo capítulo de la historia, despertó el medio campo stronguista que tuvo su principal soporte en Arrascaita y la considerable mejora de Amoroso.
En cambio, Bolívar cayó en su producción y pese a que tuvo llegadas, todas fueron desperdiciadas, especilamente por Velasquez y el brasileño Fabio Gomes, quien jugó a desgano, tal vez a sabiendas de su próxima retirada.
Solo transcurrieron cuatro minutos del segundo tiempo y saltó la tribuna atigrada con el gol del empate que nació del machaque contra el arco de Lampe, fue Amoroso quien se redimió con el público y sacó ventajade los errores garrafales de la defensa celeste comandada por los hermanos Sagredo. El tanto de la victoria no tardó en llegar y esta vez fue Enrique Triverio, que de cabeza removió el marcador. 2-1.
No hubo nada más después, a no ser la expulsión de Patricio Rodríguez (90’+2) de Bolívar por juego brusco, en el entender del árbitro.
GHILKA SANABRIA
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