Investigadores desarrollaron un material que repara y protege las células cerebrales frente a enfermedades como Alzheimer y Parkinson


Comparte esta información en tus redes sociales

Los avances contra enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer han ido mejorando significativamente con el paso del tiempo. En esta ocasión, un equipo de científicos ha creado flores metálicas microscópicas capaces de proteger y reparar las células cerebrales.

Créditos de imagen: Dreamstime

Investigadores de la Universidad de Texas A&M en Estados Unidos ha logrado un nuevo avance contra las enfermedades neurodegenerativas. Como el Parkinson y el Alzheimer, padecimientos que afectan a millones de personas en todo el mundo.

De acuerdo con declaraciones de los científicos, este nuevo trabajo no es una forma de ocultar los síntomas. Sino que han logrado crear un dispositivo que actuará sobre las neuronas, reparándolas y mejorando notablemente los efectos que ambas enfermedades producen en el cerebro.

Se trata de diminutas estructuras metálicas con forma de flor que tienen una acción directamente sobre las neuronas dañadas, reparándolas y logrando que la actividad cerebral mejore.

Científicos crean nanoflores para proteger y reparar las células cerebrales dañadas por enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson

El estudio donde se documentó el avance se publicó en la revista The Journal of Biological Chemistry. Explica que las llamadas nanoflores (diminutas estructuras metálicas construidas a escala molcular), son capaces de proteger y reparar las células cerebrales.

Esto ocasiona una mejora en la salud y la función de las mitocondrias, las “centrales de energía” de las células.

“Estas nanoflores se ven muy bonitas bajo el microscopio, pero lo que hacen dentro de la célula es aún más impresionante”. Explica Dmitry Kurouski, profesor e investigador del Instituto Texas A&M AgriLife y autor principal del estudio.

“Al mejorar la salud de las células cerebrales, ayudan a abordar uno de los principales impulsores de las enfermedades neurodegenerativas que durante mucho tiempo han resistido los avances terapéuticos”.

Para comprobar cómo es que funcionan estas nanoflores, el equipo de Kurouski probó cómo afectan a las neuronas y a los astrocitos. Con solo 24 horas de tratamiento, detectaron una caída drástica en los niveles de especies reactivas de oxígeno (moléculas inestables que podrían dañar las células si no se gestionan bien). También se vieron signos de mejora en la integridad de las mitocondrias.

“Incluso en células sanas, se espera cierto estrés oxidativo”. Detalla Kurouski. “Pero las nanoflores parecen ajustar finamente el rendimiento de las mitocondrias, reduciendo los niveles de sus subproductos tóxicos hasta prácticamente la nada”.

Créditos de imagen: Journal of Biological Chemistry

Una esperanza para mejorar la esperanza de vida de los pacientes con padecimientos neurodegenerativos

Posteriormente, estudiaron el efecto del material en los Caenorhabditis elegans, un gusano modelo muy utilizado en investigación neurológica. Aquellos que fueron tratados con las nanoflores superaron en supervivencia a aquellos que no recibieron tratamiento y normalmente viven 18 días.

También mostraron menor mortalidad en etapas tempranas de vida, lo que indica el potencial del tratamiento para proteger las neuronas. “Estos gusanos no solo vivieron más tiempo, sino que también tuvieron una vida más saludable”. Afirma Charles Mitchell, estudiante de doctorado en el Departamento de Bioquímica y Biofísica de Texas A&M.

Este nuevo material se ocupa de reparar el daño que ocasionan las enfermedades neurodegenerativas, por lo que podrían convertirse en una solución. “Si podemos proteger o restaurar la salud mitocondrial, entonces no solo estamos tratando síntomas, sino que estamos abordando la causa raíz del daño”.

Asimismo, planean estudiar más a fondo los efectos de las nanoflores en el tratamiento de accidentes cerebrovasculares, lesiones de médula espinal y enfermedades neurodegenerativas.

«Creemos que esto podría convertirse en una nueva clase de terapéuticos”, afirma Kurouski. “Queremos asegurarnos de que sea seguro, efectivo y tenga un mecanismo de acción claro. Pero basándonos en lo que hemos visto hasta ahora, hay un potencial increíble en las nanoflores”.

Comparte esta información en tus redes sociales