El Chelsea no brilló, pero ya tiene tres puntos. Casi sin meter segunda marcha, el equipo de Maresca se deshizo del LAFC y pone rumbo a los octavos de final del Mundial de Clubes. Sería el calor o sería la ausencia de un rival exigente, pero el campeón de la Conference no demostró una gran superioridad frente un conjunto que llegó incluso a soñar con un empate en el segundo tiempo.
Los de Maresca le hicieron creer al LAFC que iban a dominar y a pisar su campo, sin contarles la segunda parte del plan: que se creyeran tanto sus opciones de ataque como para dejar huecos a la espalda. Los ingleses se hincharon a filtrar pases, pero Lloris le negó el gol a Madueke en el 17′ con un paradón y luego ni Palmer ni Jackson estuvieron acertados en sus intentos.
De vez en cuando parecía que, de verdad, Los Ángeles iba a crear peligro. Pero, aunque salían bien de atrás, en cuanto pisaban cerca del área de Robert Sánchez se les nublaba la mente y fallaban, como cuando vas construyendo pisos de un castillo de naipes y cuando llegas arriba las manos se ponen a temblar antes de colocarlas.
Hasta que el Chelsea acertó. Jackson la puso en largo, Neto corrió al espacio, entró en el área y le adivinó las intenciones a Hollingshead, que fue al suelo como un toro. Neto recortó con la diestra, le mandó a la grada a por un perrito caliente, y con la zurda fusiló a Lloris.
El gol impuso la lógica, pero el ritmo del Chelsea, que ya era bajo, se volvió casi infame. Con los cambios del descanso, Cucurella se convirtió en mediocentro y casi en el mejor jugador de los suyos, tanto al corte como ayudando a sacar la pelota, pero su equipo no acompañó.
En Los Ángeles entró Giroud para la segunda parte, aunque tuvo que esperar que llegase el portero suplente con su camiseta, que se la había dejado en el vestuario. Y será casualidad y es verdad que Olivier hizo poco, pero desde que entró en el campo y los centrales del Chelsea tuvieron una preocupación, el LAFC creó peligro. Tampoco mucho, no vamos a mentir, pero por lo menos Robert Martínez tuvo que hacer una buena parada
Se lo llegó a creer el equipo californiano, pero entre Europa y la MLS aún hay muchísimas diferencias. Una de ellas, la maldad (bien entendida). En el 79’, Delap metió un centro al área que Enzo bajó ante la pasividad de Tillman para fusilar a Lloris. El chaval le acompañó más que le defendió.
(MARCA)
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