Descubren un compuesto en un raro animal marino que podría ser la clave para combatir el cáncer


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Un grupo de investigadores ha descubierto un nuevo compuesto que es capaz de combatir el cáncer. Este se encuentra en un curioso animal marino y es capaz de bloquear una enzima crucial en el desarrollo tumoral.

Créditos de imagen: Freepik

En busca de nuevas terapias contra el cáncer, un grupo de investigadores ha encontrado lo que podría ser un compuesto excelente para combatir esta enfermedad. Lo más curioso de este hallazgo es que se dio en un raro animal de mar.

Así lo dio a conocer un equipo de científicos por medio de un estudio publicado en la revista Glycobiology y liderado por la Universidad de Mississippi. Descubrieron un compuesto azucarado que podría bloquear la acción de una enzima involucrada en el desarrollo de tumores. Se encuentra en nada más y nada menos que en el pepino de mar.

Descubren que el pepino de mar posee una sustancia que podría ser crucial en el desarrollo de nuevas terapias contra el cáncer

En el estudio, los científicos señalan el hallazgo de un compuesto azucarado en los pepinos de mar que es capaz de bloquear la acción de una enzima. Esta enzima es la Sulf-2 y tiene un papel relevante en el desarrollo tumoral.


“La vida marina produce compuestos con estructuras únicas que a menudo son raras o incluso imposibles de encontrar en los vertebrados terrestres”. Menciona Marwa Farrag doctoranda del Departamento de Ciencias Biomoleculares de la Universidad de Mississippi y autora principal del estudio.

Los científicos de la Universidad de Mississippi se reunieron con especialista de la Universidad de Georgetown. Descubrieron que las células humanas y las de la mayoría de los mamíferos presentan en su superficie unos filamentos finos llamados glicanos.

Estos son muy relevantes en la comunicación de las células, en la respuesta inmunitaria y la detección de amenazas externas. Las células cancerosas alteran la expresión de ciertas enzimas, entre ellas, la Sulf-2. Lo que modifica los glicanos y facilitando la expansión del cáncer.

“Las células del cuerpo están cubiertas por auténticos ‘bosques’ de glicanos”. Explica Vitor Pomin, profesor asociado de farmacognosia. “Y las enzimas modifican la función de ese bosque; básicamente podan las hojas de ese bosque. Si logramos inhibir esa enzima, teóricamente, estamos luchando contra la expansión del cáncer”.

Hallazgo prometedor

El compuesto encontrado en el pepino de mar (Holothuria floridana), lleva por nombre fucosilada de condroitina sulfato. En el laboratorio y por medio de simulaciones informáticas, los investigadores examinaron el potencial del compuesto.

Por lo que fue así que detectaron que este es capaz de bloquear con alta efectividad la actividad de Sulf-2. “Pudimos comparar los datos experimentales que obteníamos en el laboratorio con las predicciones de la simulación, y fueron consistentes”. Revela Robert Doerksen, profesor de química medicinal. “Eso nos da mayor confianza en los resultados”.

Ya hay fármacos que regulan la Sulf-2, pero pueden afectar la coagulación. “Como es fácil imaginar, uno de los mayores riesgos en el tratamiento de pacientes con moléculas que inhiben la coagulación es el sangrado incontrolado”. Explica Joshua Sharp. “Por eso resulta prometedor que este compuesto no tenga ese efecto”.

Créditos de imagen: JayaKesava | Getty Images

Aunque, hay un pequeño inconveniente

No obstante, una de las desventajas de los medicamentos actuales es que son muy caros de sintetizar y, además, se extraen de los cerdos. Con los pepinos de mar, no hay peligro de contagio de virus u otros agentes nocivos.

 “Es un recurso más beneficioso y limpio. El ecosistema marino tiene muchas ventajas si se compara con las fuentes tradicionales”. Detalla Pomin. Aunque, el problema principal de esto radica en que los pepinos de mar no son lo suficientemente abundantes para garantizar la producción masiva del principio activo.

Por lo que la siguiente prueba será lograr la síntesis química de este compuesto. “Uno de los problemas para desarrollar el medicamento sería el bajo rendimiento; no se pueden recolectar toneladas de pepinos de mar”. Admite Pomin. “Necesitamos una ruta química y, cuando la tengamos, podremos iniciar los ensayos en modelos animales”.

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