Adiós a los implantes dentales: científicos descubren un nuevo método para hacer “crecer” dientes en encías


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Tener nuevamente tus piezas dentales completas será posible gracias al desarrollo de un novedoso tipo de implante dental. Este es mucho más sencillo, pero ofrece las mismas ventajas que un implante dental convencional.

Créditos de imagen: 123RF

La ciencia evoluciona a pasos agigantados, y en esta ocasión, ha sido posible desarrollar un nuevo implante dental que ayudará a revolucionar la odontología. Los investigadores que lo crearon expresan que este nuevo invento será mucho más sencillo de colocar que los implantes convencionales.

Millones de personas en el mundo han perdido una o más piezas dentales. Si bien hay muchas formas de reemplazar los dientes caídos, estas formas son costosas y no siempre es posible acceder a ellos. O incluso, no son aptos para todos.

Sin embargo, esto podría cambiar para siempre, gracias al invento que acaba de desarrollar un equipo de científicos de la Universidad de Tufts, en Estados Unidos. Este nuevo implante funciona igual que uno convencional, pero con ventajas superiores a las de los implantes tradicionales.

Científicos desarrollan un implante dental que cambiará por completo el futuro de la odontología

Un grupo de investigadores ha desarrollado un implante que crece en la encía y es capaz de fusionarse con los nervios existentes. Con el fin de imitar la forma y la sensación de tener un diente real.

Una de las ventajas que los científicos aseguran que tiene este invento es que la operación que se necesita para colocarlos es mucho más sencilla que la que se lleva a cabo en la actualidad para implantar los reemplazos dentales. Por si fuera poco, es mucho menos invasiva, ya que no es necesario perforar el hueso para colocarlos.

Asimismo, los científicos mencionan que las nuevas prótesis dentales son muy parecidas a los dientes reales, y también son muy duraderas. Contrario a los implantes que se usan comúnmente en la actualidad, los cuales son molestos al momento de colocarse y no se siente como un diente real.

“Los dientes naturales se conectan al hueso maxilar a través de tejido blando rico en nervios, que ayudan a percibir la presión y la textura y guían la forma en que masticamos y hablamos”. Revela Jake Jinkun Chen, profesor de periodoncia en la facultad de Odontología y Medicina de la Universidad de Tufts. El estudio donde se detalla el avance se publicó en Scientific Reports.

Chen asegura que los implantes dentales no tienen la sensibilidad natural con la que cuentan los dientes. Y no se esperaba más de un pilar de titanio con recubrimiento de cerámica. Pero la falta de sensibilidad no es lo único malo: la perforación del hueso puede cortar o dañar los nervios cercamos y provocar que se elimine la retroalimentación sensorial que nos brindan los dientes.

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Así es como funciona este invento

Este implante está elaborado con un recubrimiento biodegradable que envuelve el pilar de titanio. Dicho recubrimiento está cubierto de células madre y una proteína especial que estimula su multiplicación y diferenciación en tejido nervioso.

Este recubrimiento se va disolviendo poco a poco conforme va cicatrizando la herida, liberando sus componentes biológicos para favorecer el crecimiento de nuevo tejido nervioso alrededor del implante.

Lo que buscan los investigadores es “reconectar los nervios, permitiendo que el implante se comunique con el cerebro de forma muy similar a un diente real”. Asimismo, este implante incorpora partículas de goma similares a la espuma viscoelástica.

Las nanofibras se comprimen en un principio, lo que permite que el implante sea más pequeño que el diente real. Pero, cuando están dentro, estas se expanden para que se ajusten perfectamente dentro de la cavidad oral.

Los resultados de los estudios revelan que, experimentando con roedores, seis semanas después del implante los nuevos dientes permanecían firmemente anclados en las encías de los animales. Y no se mostraron signos de rechazo o inflamación.

Sin embargo, aunque los estudios sean prometedores, todavía es necesario realizar más investigaciones. Además de realizar estudios preclínicos que confirmen que los nervios recién formados alrededor del implante son capaces de transmitir exitosamente la información sensorial.

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