Lo que hay en el universo es todavía un misterio. Pues solo se conoce un poco de todo lo que podría existir fuera de nuestro planeta. Justo como lo que acaba de descubrir el telescopio espacial James Webb: unos misteriosos puntos rojos que parecieran galaxias, pero la verdad podría ser otra.
Algunos de los descubrimientos que se han hecho fuera de nuestro planeta han asombrado a los científicos debido a que incluso podría contradecir las leyes del universo. Sin embargo, también hay otros que han aterrado a sus descubridores.
Y, aunque algunos otros no sean tan aterradores, sí que han desconcertado a los expertos detrás de su hallazgo. Y el motivo es simple: no se sabe con certeza qué es lo que están viendo o rompen con alguna ley, lo que los vuelve prácticamente imposibles.
Recientemente, el telescopio espacial James Webb ha observado puntos rojos en el espacio, lo que ha sorprendido a los científicos. Según un equipo de científicos de la Universidad de Ginebra ha publicado un estudio en la revista Nature, en la que se expone la naturaleza de estos objetos.
El telescopio espacial James Webb capta misteriosos puntos rojos en el espacio
Este estudio menciona sus teorías, entre las que se encuentran tres enormes galaxias que se formaron apenas mil millones de año después de que ocurrió el Big Bang. Aunque hay que mencionar que este hallazgo no fue de inmediato, puesto que en un principio se creía que se trataba de agujeros negros supermasivos.
Sin embargo, esta teoría terminó por ser descartada, ya que se analizaron exhaustivamente los datos proporcionados por el telescopio Webb. Y fue allí donde descubrieron que no había evidencia de núcleos galácticos activos. Lo que significa que la luminosidad del fenómeno no podía deberse a los procesos de acreción de estos hipotéticos agujeros negros.
Cuando descubrieron que se trataba de las galaxias, también descubrieron que la enorme masa estelar de estos cuerpos procedía de la manera eficiente en la que las galaxias formaban estrellas hasta tres veces más rápido, en niveles jamás antes observados.
¿A qué se debe su tonalidad rojiza?
Al parecer, estos puntos rojos proceden de la gran y densa concentración de polvo cósmico. Un material que absorbe las longitudes más cortas de luz. lo que deja la más largas a la vista de los posibles observadores.
Debido a esto, se evidencia el color rojo en el espectro infrarrojo, mismo que se avistó por el telescopio James Webb. Pero el mayor misterio de estas galaxias supermasivas no es su color. Sino la velocidad con la que estas son capaces de crear estrellas a niveles tan altos y a velocidades que jamás se imaginaron.
Aunque la respuesta podría encontrarse en el Big Bang, momento en el que grandes reservas colapsadas de gas frío fueron las que crearon tan poderosos objetos en el espacio. Pero, a pesar de que esta podría ser una posible respuesta, sigue una intrigante pregunta.
Y es ¿Por qué si estas galaxias supermasivas se crearon a partir de los anteriores parámetros, no se han encontrado otras iguales o parecidas a ellas? Sin duda, es algo que seguirá desconcertando a los científicos hasta que no se descubran más galaxias de este tipo.