El planeta experimenta una gran cantidad de cambios, entre los cuales se encuentran las estaciones y el clima. Sin embargo, no siempre las condiciones meteorológicas son favorables, o los fenómenos transcurren con normalidad. Algo así sucede con la bombogénesis, una condición que desata tormentas parecidas a un huracán en pocas horas.
Si bien en la Tierra se pueden presenciar una gran cantidad de fenómenos meteorológicos, no podemos negar que hay algunos que llaman más la atención que otros. Por ejemplo, se sabe que los huracanes son propicios en ciertas épocas del año.
Al igual que los tornados, los cuales tienden a producirse más en algunas épocas o bajo ciertas condiciones que son igualmente conocidas. Pero, hay otros que simplemente no pueden predecirse, ya que se forman en cuestión de minutos y son capaces de desencadenar desastres sin precedentes.
Un ejemplo de ellos es la bombogénesis, o también conocida como bomba meteorológica. Este fenómeno ha llamado la atención de los expertos en meteorología e incluso en otras ramas. Esto debido a su alta capacidad para generar tormentas en poco tiempo.
A causa de esto, es que una bombogénesis es tan temida, pues solo bastan unas pocas horas para que se formen tormentas muy parecidas a los huracanes. Y, al igual que los anteriores, son sumamente destructivas.
¿Qué es una bombogénesis y por qué es tan peligrosa?
Una bombogénesis es un fenómeno meteorológico en el cual se presenta una rápida caída de la presión atmosférica. Es capaz de desencadenar condiciones climáticas destructivas, muy parecidas a las de un huracán. Estas se presentan por lo general durante el invierno.
Los meteorólogos lo explican como una gran tormenta que experimenta un rápido fortalecimiento durante un periodo de 24 horas. Casi todas las tormentas de este tipo se producen en el océano, y pueden tener naturaleza tropical o no tropical.
El término bombogénesis proviene de la unión de dos palabras: bomba y ciclogénesis. Todas las tormentas son ciclones, y génesis significa creación o comienzo. Por lo que, en conjunto, significan el fortalecimiento explosivo de una tormenta.
Los ciclones son enormes columnas de aire que se elevan y giran en sentido contrario a las manecillas del reloj, en el hemisferio norte. Mientras que en el hemisferio sur giran en sentido de las manecillas del reloj.
Cuando el aire se eleva, se produce un efecto de vacío que da como resultado una presión atmosférica más baja. Cuando una tormenta se fortalece, la columna de aire se eleva a un ritmo cada vez mayor a medida que disminuye la presión dentro de la tormenta.
Características de este fenómeno
Cuando la presión atmosférica en el centro de una depresión baja al menos 24 milibares en un lapso de 24 horas o menos. Este fenómeno suele ser más frecuente en latitudes altas, entre los 55° y 60°, donde la rotación de la Tierra influye en gran medida en los procesos meteorológicos.
Estos ciclones bomba se pueden presentar en diversas partes del mundo, pero son más frecuentes en el Atlántico Norte, el Pacífico Noroeste, el Pacífico Sudoccidental y el Atlántico Sur.
El peligro que representan estas tormentas es bastante amplio, ya que no solo afecta a la comunidad en la que impactan. Sino que pueden alterar las corrientes en chorro, que son flujos de aire a gran altitud, responsables de la circulación atmosférica en todo el planeta.
Lo que quiere decir que dichas alteraciones pueden ocasionar cambios significativos en el clima, las temperaturas y el patrón de precipitación. De igual manera, podría ocasionar cambios en los paisajes debido a la erosión y alteración de los ecosistemas.