A falta de dos fechas para el cierre de temporada, el Campeonato terminó para Oriente Petrolero, tras sufrir una humillante derrota a manos de Gualberto Villarroel San José por 0-2, en el estadio Real Santa Cruz, quedándose sin tela para sostener su ilusión de tener un traje de equipo copero para el siguiente año.
Después de este fracaso general, los orientistas tendrán como único consuelo, la victoria en el clásico contra Blooming, que sirvió para cortar una ”maldición” de 1.115 días. Desde el triunfo frente a su tradicional adversario, los verdolagas han bajado su seguridad y su ofensiva, quedándose de brazos cruzados y conformes con celebrar delante de los celestes.
Este exceso de paciencia fue detectado por el olfato goleador de Fernando Arismendi y Thomas Monterubianessi, autores de los goles que sepultaron al equipo cruceño, con 33 puntos, sin oportunidad de pelear por la clasificación y dejando a su afición fuera de la cartelera internacional, que a corto y largo plazo traerá consecuencias a nivel dirigencial. Arismendi anotó el 1-0, a los 56 minutos, con una definición de cabeza, después de un centro que llegó al área, donde los defensores estaban jugando blando y siendo rebasados por los visitantes, quienes llegaron a la capital cruceña con Braian Argandoña como el entrenador interino, luego de la renuncia de Walter Flores.
Como en sus días cuando vestía la camiseta de Blooming, Arismendi fue un dolor de cabeza para los albiverdes, desbordando y enviando un centro al ras que Monterubianessi conectó de frente del arquero Luis Cárdenas, a los 72 minutos.
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