Científicos han presentado un material que podría ser capaz de revolucionar la forma en la que se detecta y trata la artritis reumatoide. Este biomaterial puede detectar los puntos en los que hay inflamación y liberar fármacos que la controlen, en el momento necesario.
La artritis reumatoide, a pesar de que es una enfermedad con alta prevalencia entre la población (18 millones de personas en el mundo la padecen, según datos de la OMS) y estas cifras aumentan cuando se toman en cuenta otras formas de la enfermedad, no hay cura hasta el momento.
Y aunque existen tratamientos dirigidos a evitar los daños irreversibles causados por la artritis, no todos son efectivos para todos los pacientes. Incluso, algunos no alivian las dolencias causadas por el padecimiento. O se requiere de varias dosis para lograr estabilizar el dolor. Sin olvidar que deben tomarse diariamente para evitar el avance de la enfermedad.
Sin embargo, un nuevo biomaterial, desarrollado por científicos de la Universidad de Cambridge podría cambiar para siempre la forma en la que se trata y detecta la artritis. Ya que este se activa solo cuando es necesario, administrando medicamento al lugar afectado.
Innovador material inteligente cambiará la forma en la que se trata y detecta la artritis
Científicos de la Universidad de Cambridge desarrollaron un biomaterial que se activa solo cuando se requiere. Este puede administrar un medicamento exactamente en el lugar afectado, y su sorprendente funcionamiento se debe a que actúa como si fuera un cartílago artificial que detecta la inflamación.
En este momento, de inmediato libera un fármaco exclusivamente en la zona afectada. Esto evita los efectos secundarios en el resto del cuerpo. Los resultados se publicaron en la revista de la Sociedad Química Americana.
Este material puede distinguir el momento en el que una articulación entra en un episodio de inflamación. Cuando esto sucede, la zona afectada se vuelve ligeramente más ácida, algo que el material es capaz de leer.
Cuando detecta el cambio, el material se ablanda, casi como una gelatina, liberando el fármaco que lleva dentro. Este actúa directamente sobre la zona inflamada, aumentando su eficacia y evitando tanto efectos secundarios como que se disperse en todo el cuerpo.
Ventajas de este “cartílago artificial”
Este avance representa una esperanza para los pacientes que padecen artritis reumatoide, ya que ofrecería un tratamiento más personalizado y eficaz para ellos. Al igual que para los pacientes de otras enfermedades articulares.
“Desde hace tiempo, nos interesa el uso de estos materiales en las articulaciones, ya que sus propiedades pueden imitar las del cartílago. Pero combinar esto con una administración de fármacos altamente dirigida es una perspectiva realmente emocionante”.
Explicó Oren Scherman, director del proyecto en el Departamento de Química Yusuf Hamied de Cambridge.
El material conforma una especie de red de polímeros entrecruzados con enlaces que se pueden romper y volver a formar. Esta se diseñó para que tuviera la sensibilidad necesaria como para activarse ante cualquier cambio de acidez.
Gracias a esta característica, es que el material solo libera el medicamento cuando detecta que la acidez del entorno sube hasta el nivel de una articulación inflamada. Menciona Stephen O’Neil, primer autor del estudio: “Estos materiales pueden detectar si algo anda mal en el cuerpo y responder administrando el tratamiento justo donde se necesita”.
Eficacia asombrosa
Para comprobar su funcionamiento, cargaron el material con tinte fluorescente en lugar de un medicamento real. Fue así que lograron ver lo que sucedía en entornos parecidos con una articulación inflamada.
Los resultados mostraron que, cuando aumenta la acidez a causa de una inflamación, el material libera más medicamento que cuando no hay brotes de artritis. “Esto significa que los fármacos se liberan cuando y donde más se necesitan”, Expresó la Dra. Jade McCune, coautora del trabajo
El siguiente paso será comprobar su eficacia en organismos vivos, antes de que pueda ser aplicado en pacientes de manera general. Gracias a su efectividad, es probable que en un futuro, se encuentren enfoques en otras enfermedades.