<17 de enero de 2024
La Policía española ya tiene un sospechoso del asesinato de tres hermanos, dos mujeres y un hombre, que esta semana conmocionó a la pequeña localidad de Morata de Tajuña, al suroeste de Madrid, cuando se descubrieron sus cadáveres con signos de violencia en el interior de su vivienda.
Se trata de un hombre que habría vivido de alquiler con los tres familiares, según sostiene Antena 3, y que ya había agredido hace varios meses a las dos mujeres con un martillo, motivo por el que fue condenado por intento de homicidio. Ahora, podría haber aprovechado un permiso penitenciario de 48 horas para ultimar a sus víctimas.
El descubrimiento de los cuerpos
Hace más de un mes que los vecinos de este municipio, de apenas 8.000 habitantes, no veían a ninguno de los tres hermanos: Ángeles y Pepe, de 70 años, y Amelia, de 68. Los tres eran bastante conocidos, aunque en los últimos tiempos habían tenido algunas desavenencias con varios residentes.
Tras comprobar que ninguno de los tres respondía a las llamadas y mensajes, los vecinos alertaron al Ayuntamiento. El jueves de esta semana, las fuerzas de seguridad entraron en el inmueble con una orden judicial y hallaron los cadáveres de los hermanos con signos de violencia en una habitación de su vivienda unifamiliar, donde los tres residían juntos.
Los cuerpos se encontraban parcialmente quemados, apilados, con restos de sangre y en avanzado estado de descomposición.
Estafa amorosa
Según apuntan diversos medios, como El Mundo, hace más de cinco años que Amelia y Ángeles habían contactado a través de redes sociales con dos supuestos militares norteamericanos, con quienes iniciaron una relación amorosa a distancia.
Al cabo del tiempo, uno de ellos contó que el otro había fallecido y que necesitaba dinero para poder cobrar una supuesta herencia de siete millones de euros. Las hermanas comenzaron así a mandar dinero a la cuenta de un tal Edward, que cada vez pedía más dinero.
Hay vecinos, incluido el cura del pueblo, que relatan que los hermanos llevaban tiempo pidiéndoles dinero, cantidades de hasta 15.000 euros, contándoles que era para pagar los gastos sucesorios de una herencia.
La promesa que hacían era que cuando la cobraran, les devolverían el doble del importe, lo que creó discordia con varios conocidos.
400.000 euros de deudas
Los investigadores han descubierto que los tres hermanos debían unos 400.000 euros, que habían sido enviados a lo largo de un lustro al supuesto novio de una de las mujeres.
Sus conocidos les advirtieron de que podían haber caído en una estafa amorosa, pero ellas estaban convencidas de que sus relaciones eran reales y continuaban contrayendo deudas para ayudar a sus supuestas parejas.
Uno de sus conocidos, Enrique Velilla, ha contado a la televisión pública que los hermanos llegaron a vender un piso que tenían en Madrid y que acabaron con sus ahorros, antes de comenzar a pedir dinero.
Velilla también ha contado que no se trataba de personas iletradas, sino que las dos hermanas tenían estudios. Por eso llegaron a pensar que ante la vergüenza y el ahogo de las deudas, se había producido un suicidio colectivo. No obstante, luego se enteraron de que las muertes se habían producido de forma violenta.
¿En manos de prestamistas?
La Guardia Civil maneja la hipótesis de que los hermanos pidieron dinero a prestamistas de dudosa reputación, que podrían haberse cobrado con sus vidas un dinero que pensaban que ya no iban a recuperar. Aquí entra la figura del principal sospechoso.
Sin embargo, las hermanas también pidieron dinero a conocidos y personas de su entorno, que también están siendo investigadas por las fuerzas del orden.
El Ayuntamiento de Morata de Tajuña ha decretado tres días de luto.