Sebastin Fest Buenos AiresActualizado Sbado,
3
febrero
2024
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19:10Avanzaba ya la madrugada de este sbado y un nutrido grupo de policas segua controlando calles en las inmediaciones del Congreso, en el centro de Buenos Aires. Era el final de tres das de tensiones extremas en la poltica argentina, el cierre de una semana que le dej un xito al presidente Javier Milei con la aprobacin de la ley mnibus, aunque la oposicin se la haya desguazado parcialmente. Una semana que demostr, una vez ms, que la poltica en Argentina se resuelve en los despachos, pero tambin en las calles.»La patria no se vende!», cantaba un raleado grupo de manifestantes. A 10 metros, un transente se hablaba a s mismo, casi a los gritos: «De qu le culpan a Milei, si todava no hizo nada? No se acuerdan de Alberto Fernndez?».Todo suceda en medio de temperaturas devastadoras, 30 grados y alta humedad en la noche tras un da en el que la sensacin trmica estuvo bien por encima de los 40. Y as seguir siendo en las prximas dos semanas. Tras aprobar la Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos por 144 votos a favor y 109 en contra -del kirchnerismo y la izquierda dura-, la Cmara de Diputados debatir el martes el articulado de la ley. Una vez superado ese paso, el texto pasar al Senado. Si se aprueba, y las seales son favorables en ese sentido, el novato Milei, con solo 38 diputados sobre 257 y siete senadores en una Cmara de 72, se habr anotado un xito indiscutible.»Ningn Gobierno en los 40 aos de democracia argentina hizo una reforma de esta profundidad», destac Rodrigo de Loredo, portavoz parlamentario de la Unin Cvica Radical (UCR), un partido de corte socialdemcrata que gobern con Ral Alfonsn y Fernando de la Ra y fue parte de la coalicin de Mauricio Macri. Las crticas a la UCR por haber apoyado la ley han sido fuertes, pero De Loredo sabe que los votantes de la UCR dieron muy mayoritariamente su voto a Milei en la segunda vuelta electoral de noviembre para cortarle el camino al peronista Sergio Massa. Bloquear el gobierno de Milei no era una opcin. «Aprobamos lo necesario para la gobernabilidad, rechazamos lo perjudicial para la repblica!», sintetiza De Loredo.Ese rechazo a «lo perjudicial» se extendi a otros grupos parlamentarios, como el del PRO, de Macri, y una alianza variopinta de peronistas moderados y socialdemcratas. La suma de esos tres grupos le permiti a Milei aprobar una ley que en el trmite parlamentario perdi mucho, pero sigue siendo un poderoso instrumento de reforma.»Acompaamos la ley porque es un paso hacia la transformacin y el cambio, que es lo que la gente vot», dijo a EL MUNDO Daiana Fernndez Molero, diputada del PRO. «Creemos que debamos garantizar al gobierno una caja de herramientas para que pudiera gobernar despus de la crisis social y econmica que dej el kirchnerismo. Y en la negociacin mejoramos muchsimo la ley».Los 664 artculos originales de la ley quedaron en menos de la mitad. Fueron borrados de la ley la reforma fiscal y la moratoria, as como la reforma electoral; se redujo la lista de empresas a ser privatizadas -permanece Aerolneas Argentinas, pero se quit YPF-; se fren el cierre de instituciones culturales; la barra libre para que extranjeros compren tierras; el debilitamiento de controles ambientales y de la ley de incendios forestales; as como las reformas a la ley de pesca que dejaban a las pesqueras argentinas a merced de la competencia de China, Taiwan y Espaa, entre otros pases. Los superpoderes que peda Milei tambin fueron severamente recortados.As y todo, la combinacin de la ley con el vasto decreto de necesidad y urgencia (DNU) que se aprob en diciembre le dan a Milei una serie de herramientas de notable alcance. Otra cosa es que el presidente sepa utilizarlas, advierte el analista Martn Rodrguez Yebra en La Nacin: «En ese mar de opositores al que Milei describe como ‘la casta’ reina la perplejidad. Lidian con un cuerpo extrao. Los que le tienden la mano para ayudar a menudo la retiran mordisqueada»El presidente «se empea en sobreactuar audacia como forma de suplir su carencia de diputados y senadores. l cree en un vnculo directo con la sociedad, sin intermediaciones».Ese vnculo directo es en las redes sociales. Milei no hace actos pblicos, nunca en la historia democrtica a un presidente se le escuch tan poco la voz como al libertario. Para saber qu piensa hay que ir a la red social X: «La historia recordar con honor a todos aquellos que comprendieron el contexto histrico y eligieron terminar con los privilegios de la casta y la repblica corporativa. Esperamos contar con la misma grandeza el da de la votacin en particular, para avanzar al Senado».Los prximos pasos de la ley mnibus encontrarn a Milei entre Israel y el Vaticano, donde visitar al Papa Francisco. Hasta hace poco se detestaban hoy se renen y preparan una foto de armona. Y eso que a Milei lo acusan de no saber hacer poltica. Lo cierto es que envi al Congreso una ley que era un cajn de sastre, algo nunca visto, y est cerca de llevarse una ley que, combinada con el DNU, le da un margen de accin muy por encima de lo que los polticos profesionales hubieran esperado hace un par de meses. Con un aadido extra: hace siete aos, el Congreso argentino fue atacado con 14 toneladas de piedras por parte de organizaciones de la izquierda dura. Gobernaba Mauricio Macri, que no supo cmo manejar el asunto y nunca se recuper de ese impacto. Milei, conocedor de aquello, exacerb la batalla cultural y, dirigido por su ex rival y ahora ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, despleg un operativo de seguridad impactante para que el eje de la poltica estuviera en el Congreso, y no en las calles.