Un par de frases de Liudmila, de 68 aos, bastan para colarse en su matrimonio con Gregori, de 73. Dice, preguntada por su ocupacin, que a lo que ella se dedica en verdad es a darle caa a l. Gregori re a su espalda, de camino muy nevado desde su pequeo establo al mdulo en el que vive la pareja. Tambin cuenta Liudmila con sorna que la construccin de su nueva casa va despacio; que l tiene achaques, artritis, se marea, pero que, y aqu viene el aguijn, su padre estaba mejor que l con 80 aos. Gregori se resigna, pero no pierde la sonrisa. El 29 de marzo de 2022, un proyectil se desconoce si amigo o enemigo revent el hogar del matrimonio Vovk, en la aldea ucrania de Zagaltsi, a unos 70 kilmetros al noroeste de Kiev. Ellos ya haban huido. Tenan vacas, patos, gallinas; cultivos de tomates, cebada, avena, patatas. Los rusos arrasaron y se lo comieron todo. Pronto se cumplirn dos aos y Liudmila y Gregori seguirn sin dormir en una vivienda digna. La reconstruccin en Ucrania avanza, pero lenta para miles de afectados.El caso de este matrimonio es en muchos sentidos una buena muestra de cmo la guerra puede asomar al abismo a alguien que vive perfectamente con lo que tiene. Zagaltsi es una localidad pequea a un puado de kilmetros de Borodianka, uno de los smbolos de la barbarie rusa. En este municipio, la aviacin descarg con fiereza para levantar de cuajo los techos a dos aguas de decenas de viviendas. Liudmila y Gregori tenan su granja y tierras con los que subsistan. Los pocos ahorros los gastaron en su viaje a Eslovaquia, donde vive uno de sus cuatro hijos. Este les dej algo de dinero para regresar a Ucrania a finales de abril de aquel ao. Los rusos ya no estaban, pero tampoco sus animales. Encontraron la cabeza cortada del toro que tenan y pedazos de carne guardados en un refrigerador. Sent mucho dolor al verlo, relata Liudmila, trataba de ir hasta la huerta sin mirar cmo haba quedado la casa.La reconstruccin en Ucrania no es monoltica un estudio del Kyiv School of Economics cifra en al menos 167.200 las casas daadas desde el inicio de la invasin a gran escala. Las pequeas reparaciones se acometieron en cuanto los rusos huyeron; los daos considerables se afrontaron poco despus, entre voluntarios, agencias humanitarias, gobiernos locales y el Estado. Lo difcil era y es la tercera categora, la de las viviendas destruidas y, por tanto, inhabitables. Ah es donde entra el matrimonio Vovk. Hay casos en los que se levantaron desde los cimientos casas destrozadas, pero depende de los recursos propios o ayuda externa. Esta ltima, a travs, por ejemplo, de empresas privadas, necesita cumplir con los protocolos del Estado o la ONU, que coordinan los trabajos; adems de encontrar finalmente a alguien que haga la obra.Gregori y Liudmila Vovk, en el interior de su establo, en Zagaltsi (Ucrania), este lunes.scar GutirrezYurii Glava, de 47 aos, natural de Novosilki, es ingeniero especializado en reconstruccin. Ha trabajado para la empresa Miyamoto International en la restauracin de la guardera de Zagaltsi (27.500 euros). Queran demostrar que se poda recuperar algo destruido sin gastar mucho dinero en un tiempo adecuado. Reconstruir un colegio con las normas del Gobierno o los protocolos de la ONU, dice Glava, complica el proceso, y las subcontratas, las que tienen que hacerlo, acaban rechazando estos encargos.Restauracin o casa nuevanete a EL PAS para seguir toda la actualidad y leer sin lmites.SuscrbeteEl Gobierno trabaja ahora con el programa eVidnovlennya (eRecuperacin), una plataforma digital puesta en marcha en mayo de 2023 con la que coordina los trabajos de reconstruccin. Segn datos facilitados por el Ministerio de Infraestructura, a 16 de enero, se han atendido 35.100 solicitudes de reparaciones, por un coste total de 78 millones de euros. Ahora viene la siguiente fase, el programa de certificados: los dueos de casas destruidas por la guerra pueden acceder, previa evaluacin de la Administracin siempre, todo, va internet, a nuevas viviendas. Sirva de ejemplo el primer caso ejecutado: una mujer de Hostomel, uno de los puntos de la regin de Kiev atacados por Rusia, se le otorg una casa en Bucha. Segn Infraestructura, ya hay alrededor de 8.000 solicitudes para obtener certificados y se han aprobado por el momento 76.Pero este no es el caso de Liudmila y Gregori, que, tras casi medio siglo en ese pedazo de tierra, no piensan irse a ningn sitio. Nuestro sueo, dice l, es reconstruir la cocina para poder vivir all. La cocina en muchas viviendas de la Ucrania rural est ubicada en una casa aparte, junto a la principal, en donde se encuentran el saln y las habitaciones. La reconstruccin aqu empez con la demolicin. Cuenta Liudmila que lo primero que hicieron tras regresar fue derruir lo que quedaba de su vivienda hasta los pilares le supliqu al vecino que me dejara la excavadora, dice mientras corta un pedazo de tarta y sirve el t, y tiramos la casa. Enterraron tambin como pudieron los cuerpos de las vacas que haban muerto, pero de aquella manera porque se las acabaron comiendo los perros.Mientras ponan patas arriba su tierra, Liudmila y Gregori vivieron en el domicilio de su hijo, que, si bien sufri desperfectos, estaba en pie. Voluntarios y organizaciones humanitarias empezaron a traer comida y materiales. Una organizacin religiosa polaca les puso el pequeo mdulo donde duermen junto a una estufa, mientras algunas donaciones les permitieron ir comprando las vacas, la ordeadora y otros animales para recuperar su granja y empezar de nuevo.Ayuda para pagar facturasEl matrimonio Vovk depende de la ayuda que su hijo y voluntarios les presten para avanzar en las obras. Para verano quiero que hayamos acabado, dice Liudmila, a ver si la guerra tambin. Los dos hacen lo que pueden mientras ordean sus dos reses un par de veces al da; mientras cuidan a la cra de patos que tienen; mientras alimentan a las gallinas para que les den buenos huevos, o rescatan algo de sus dos invernaderos con las temperaturas bajo cero. El interior de su futura vivienda muestra an las vigas y ladrillos desnudos. Un puado de enormes rollos de aislante aguarda a la entrada. No hay ventanas, pero el techo ya est. Un donante estadounidense les dio 1.700 euros que cubri la obra. Adems, cuentan con 50 euros al mes cada uno que les entrega el Estado al considerarlos desplazados internos 3,7 millones en todo el pas, pese a que el mdulo est a un tiro de piedra de su antiguo hogar. Nos da para las facturas, apunta Gregori.Obras de construccin de la nueva vivienda de Gregori y Liudmila, en Zagaltsi (Ucrania), este lunes.scar GutirrezAl alcalde de Zagaltsi, Sergui Nedashkivski, de 50 aos, le gusta lo de los certificados del Gobierno. Yo lo aceptara, dice desde sus oficinas. A preguntas de por qu algunas obras de reconstruccin van tan despacio, pone gesto de que esto es lo que hay con lo que hay. Hay que entender, afirma Nedashkivski, que el Estado no tiene tanto dinero ni construcciones se estima en unos 51.000 millones de euros el coste de lo daado por la guerra solo en viviendas. Los agujeros los tapan otros. En el caso de Zagaltsi, por ejemplo, casi dos aos despus de la ofensiva rusa, el colegio no est operativo. La restauracin corre a cargo del Estado hngaro y se prev su reapertura para el prximo curso. El regidor incide adems en otro pequeo gran problema: gente mayor como los Vovk no acaban de reunir los documentos de propiedad que necesitan para acceder a programas estatales.Entre las camas de Liudmila y Gregori no hay ms de 50 centmetros. A los pies les cabe una mesita con un televisor, la nevera, un mueble de cocina, un armario con ropa y la estufa. Mientras ella sigue sacando botes con requesn, mermeladas y empanadas, l va y viene de ver a las vacas y las gallinas.Liudmila, se iran de aqu para tener una casa nueva?No queremos ir a ninguna parte, has visto la tierra que tenemos aqu? Aunque hayan muerto muchos de nuestros vecinos, an nos conocemos todos.Sigue toda la informacin internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.Suscrbete para seguir leyendoLee sin lmites_