El Sinn Fin, durante aos el brazo poltico de la organizacin terrorista del IRA, ocupa desde este sbado, por primera vez en su historia, el silln de Ministro Principal del Ejecutivo Autnomo de Irlanda del Norte. La Asamblea de Stormont, como se conoce al Parlamento norirlands, ha nombrado para el puesto a Michelle ONeill, de 47 aos y nacida en Fermoy, condado de Cork, en el sur de la Repblica de Irlanda. Era entonces el otro lado del mundo, visto desde Belfast, una ciudad devastada en ese tiempo por los troubles (problemas), el eufemismo con que se denominaba a una violencia sectaria que enfrentaba a protestantes y catlicos.Los das en que haba ciudadanos de segunda clase han desaparecido. Lo de hoy es la confirmacin de que nunca regresarn. Como republicana irlandesa, me comprometo a cooperar, con un esfuerzo sincero, con todos mis colegas del unionismo britnico, aseguraba ONeill en su discurso ante la Asamblea, minutos despus de tomar posesin de su puesto como ministra principal. Mano tendida a sus rivales polticos, reafirmacin de las prioridades sociales y econmicas de la regin mejor sanidad, vivienda ms accesible, y una defensa de las oportunidades que ofrece la especial situacin de Irlanda del Norte, con un pie en el Reino Unido y otro en la UE, para crecer. La nueva ministra principal no ha querido incidir en la posibilidad futura de una unificacin. El simbolismo histrico de su eleccin lo deca todo.La respuesta llegaba de la mano de Emma Little-Pengelly, la designada por el unionismo para ocupar el puesto de viceministra principal. Sus amables palabras y promesas de colaboracin con ONeill restauraban un esperanzador clima de dilogo en la Asamblea. Estamos definidos por el pasado, pero no condicionados por l para construir nuestro futuro, prometa Little-Pengelly. Los retos a los que hacen frente muchas familias en Irlanda del Norte no distinguen entre catlicos o protestantes () La gente nos reclama que trabajemos juntos. Michelle es republicana; yo, unionista. Eso no cambiar. Pero las dos sabemos que solo el crecimiento econmico de todos nos llevar hacia adelante.Desde que se firm el Acuerdo de Paz de Viernes Santo, en 1998, republicanos (partidarios de la reunificacin, como el Sinn Fin) y unionistas (defensores de la permanencia de Irlanda del Norte en el Reino Unido) estn obligados a compartir Gobierno. Y as ha sido, salvo los periodos como estos dos ltimos aos en los que unos u otros decidieron bloquear el funcionamiento de las instituciones por su propio inters poltico.Pero el sistema estaba diseado para que siempre ganaran las elecciones los unionistas. Durante todo este tiempo, el Sinn Fin se resign a ocupar una segunda posicin en la cogobernanza, la silla de Viceministro Principal.Ese fue el juego durante un tiempo. El Brexit, mayoritariamente rechazado por los norirlandeses en el referndum de 2016, lo alter. La rabia ante lo que a sus ojos era una traicin de Londres el diseo de un Protocolo de Irlanda del Norte que mantena a la regin dentro del mercado interno y el espacio aduanero de la UE sembr la semilla de la divisin interna en las filas unionistas. Su fragmentacin permiti que en mayo de 2022 el Sinn Fin ganara por primera vez en un cuarto de siglo de autonoma las elecciones locales.nete a EL PAS para seguir toda la actualidad y leer sin lmites.SuscrbeteVisitantes y miembros de la prensa observan a Michelle ONeill pronunciar su discurso de aceptacin en una sala de los edificios del Parlamento de Stormont, este sbado en Belfast.SUZANNE PLUNKETT (REUTERS)Solo el rechazo de la principal formacin protestante, el Partido Unionista Democrtico (DUP, en sus siglas inglesas), a que se constituyeran una nueva Asamblea y un nuevo Ejecutivo norirlandeses ha impedido durante este tiempo que ONeill fuera ministra principal.El acuerdo alcanzado esta semana entre el Gobierno de Rishi Sunak y el lder del DUP, Jeffrey Donaldson, que concede a los unionistas garantas extraordinarias de que el trfico de mercancas entre Gran Bretaa e Irlanda del Norte estar prcticamente libre de controles aduaneros, ha logrado desbloquear la situacin. Todo era ms flexible desde que Londres y Bruselas firmaron en febrero del ao pasado el llamado Acuerdo Marco de Windsor, que puso fin a un litigio endiablado entre el Reino Unido y la UE respecto al encaje de Irlanda del Norte en la era post-Brexit.Con el pacto cerrado entre Sunak y Donaldson ms simblico que efectivo en su contenido, como demuestra el hecho de que Bruselas no haya puesto pegas, los unionistas se sienten ms seguros de su amarre constitucional al futuro del Reino Unido. De momento.La unificacin, al alcance de la manoAlgunas cosas parecen imposibles hasta que ocurren. En los ltimos meses, el recuerdo de la reunificacin de las dos Alemanias ha estado presente en muchas conversaciones del Reino Unido o Irlanda. Tampoco entonces resultaba conveniente la idea de juntar dos bloques tan asimtricos econmica, poltica, social y culturalmente. Hasta que los ciudadanos del este comenzaron a derribar ladrillos del muro. Un cisne negro. As llam, con enorme xito, el ensayista Nassim Taleb a los acontecimientos sorpresa que cambian las reglas del juego.En trminos histricos, [la unificacin] est al alcance de la mano. Creo que es un momento muy emocionante, y confo en que todos den la bienvenida a una conversacin necesaria, celebr la semana pasada Mary Lou McDonald, la presidenta del Sinn Fin (en ambos lados de la isla), al saber que finalmente su partido ocupara por primera vez la jefatura del Gobierno norirlands.El Acuerdo de Viernes Santo deja en manos del ministro para Irlanda del Norte (del Gobierno britnico) la potestad de convocar una consulta si en algn momento estima probable que una mayora de los votantes est dispuesta a respaldar que Irlanda del Norte deje de ser parte del Reino Unido y forme parte de una Irlanda unida. Votantes, se entiende, de uno y otro lado de la frontera invisible que hoy divide la isla.La encuesta ms reciente, realizada el pasado diciembre por Ipsos B&A para The Irish Times, ofrece resultados llamativos. Todava est lejos el giro de opinin. Pero no tan lejos. En la Repblica de Irlanda (en el sur, como prefieren llamarlo los republicanos), un 66% de ciudadanos respaldara la unificacin. En Irlanda del Norte, solo un 30%, frente a un rechazo del 51%.Pero la clave, entienden muchos, es la voluntad cada vez ms compartida a ambos lados de la raya de que ha llegado el momento de consultar a la gente. Un 59% de los norirlandeses, segn la encuesta, quiere que haya referndum sobre la unificacin. Entre los protestantes, ese respaldo es de un sorprendente 39%. En teora, lo que expresan es el deseo de zanjar el asunto de una vez por todas. Pero nadie sabe en qu direccin puede echar a volar un cisne negro.Sigue toda la informacin internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.