Nayib Bukele tena tan clara su victoria que un da antes de las elecciones, ya estaban colocados frente al Palacio Nacional los altavoces y las grandes pantallas para celebrar su segundo mandato ante miles de seguidores. Nadie tena dudas de su aplastante victoria, que vino precedida de una interpretacin sui generis de la Constitucin, que prohbe en varios artculos su reeleccin.La jornada en la que ms de 5,5 millones de salvadoreos estaban llamados a las urnas se celebra con normalidad, salvo por algunos problemas para constituir las Juntas Receptoras de Votos, que retrasaron la apertura de algunos colegios hasta dos horas.Desde las 7.00, la poblacin acude de forma masiva a los colegios electorales, para lo cual se habilitaron buses gratuitos, algunos de los cuales llevaban msica a gran volumen para animar la jornada.En dos cajas de cartn depositan su voto para la Presidencia y elegir a los 60 diputados de la Asamblea Nacional. Militares y policas fuertemente armados custodian los centros de votacin en cuya entrada, el partido de Bukele, Nuevas Ideas, haba instalado carpas con voluntarios que iban informando a los votantes de la mesa que les corresponda. En algunas ocasiones, incluso simpatizantes de este partido acompaaban a algn votante con discapacidad hasta la misma mesa donde iba a emitir su voto.Pese a ser una jornada festiva, los mercados callejeros estn abiertos y vendan gorras y camisetas con la imagen de Bukele con una gorra al revs y en las que se lea «Dios, Unin, Libertad», as como 2024-2029, en referencia al que ser su segundo mandato presidencial de cinco aos. Maite Domnguez fue una de las ms madrugadoras para apoyar al candidato de Nuevas Ideas: «Quiero que siga este cambio para recomponer el pas porque cuando no estaba era el caos». Domnguez asegur que lo ms le ha gustado de Bukele es que ha garantizado la seguridad y, por ello, subray que «tiene que seguir porque sigue habiendo pandilleros».»Antes, no se poda estar en la calle a las 16:00 horas, ya que las pandillas me cobraban cinco dlares de renta (extorsin) por vender y otros dos dlares por la entrada y salida de mi colonia», seal, al tiempo que insisti en que no quiere regresar al pasado, sino que tiene que seguir el rgimen de excepcin aprobado por la Asamblea Legislativa el 27 de marzo de 2022 y que se prorroga mensualmente.En similares trminos se expresa Miguel ngel Martnez tras votar en el Teatro Presidente, ubicado en San Benito, una de las zonas ms acomodadas de San Salvador, rodeada de rascacielos y edificios suntuosos. «Me gustara una continuidad, porque el trabajo del actual presidente est muy bien hecho, ya que ha brindado seguridad, aunque nos hace falta un poco de estabilidad econmica y tambin en materia de salud».Las cosas han cambiado tanto en el pas centroamericano que ha reconocido que, aunque en su momento se plante emigrar, «ese pensamiento ya se me borr y mejor estoy en mi tierra». Tras calificar de «excelente» el rgimen de excepcin que elimina derechos de la poblacin y que se ha traducido en la detencin de ms de 77.000 personas acusadas de pertenecer o colaborar con las pandillas, recuerda que «an falta un poquito de seguridad y hay que limpiar un poco lo que queda».Por su parte, lvaro Snchez Barreda indica que tambin ha votado por Bukele, porque antes de que implantara el Plan de Control Territorial y el Rgimen de Excepcin, «si se pasaba de una colonia a otra en la que no estaba la misma clica de la pandilla, ya no te encontraban porque te mataban, enterraban y desaparecan». Mientras, destaca que, en la actualidad, el Gobierno «ha desplazado soldados y policas y se siente uno ms seguro, mientras que antes no se poda andar por la noche o visitar a la familia». Barreda asegura no tener miedo al rgimen de excepcin porque «si uno no se mete en ir haciendo cosas malas, no hay nada que temer, mientras que han agarrado a un montn de delincuentes y mareros».»BUKELE ES UN DICTADOR»Por el contrario, Patricia Elena advierte de que Bukele es un «dspota» que ha instaurado una «dictadura» en El Salvador, dado que «se quiere quedar para el resto de su vida» como presidente. En este sentido, cree que su decisin de sacar a los militares y a los policas a las calles es porque tiene «miedo» de perder el poder y «no ser reelegido a perpetuidad», de modo que, en su opinin, se trata de una «seguridad falsa porque si la poblacin no tiene derechos, qu seguridad tiene». Por otro lado, considera que, en la Asamblea Legislativa, que se ha reducido de 84 a 60 diputados a propuesta de Bukele, «no puede ser de un solo partido, como ha querido Nuevas Ideas, que ya tiene los tres poderes y eso no es democracia».Patricia admite que le da «coraje» que el mandatario «se perpete en el poder», teniendo en cuenta que con su Gobierno la gente tiene «miedo de expresarse y decir que va a votar a un candidato diferente». As, revela que una amiga suya, que aboga pblicamente por otro candidato que no es de Nuevas Ideas, «ha recibido llamadas telefnicas de los oficialistas», por lo que llega a temer por su vida.Por otro lado, confiesa que s tiene miedo de que sus dos hijas puedan ser detenidas bajo el rgimen de excepcin, aunque «no estn en malos pasos», tal como le ha sucedido a «mucha gente inocente», si bien advierte de que, si eso sucediera, «ah s la tercera guerra mundial con la mam». Finalmente, se pregunta que, si El Salvador es un pas tan seguro, «por qu tanto polica y militar en las calles». Ella misma se responde: «Bukele es un dictador y aqu no tenemos derechos como seres humanos».