Publicado:
5 feb 2024 06:52 GMT
Segn el jefe de la diplomacia europea, hay un amplio reconocimiento de que la agencia desempea un papel central en prestar ayuda vital a la poblacin de la Franja de Gaza.
La desfinanciación de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés) sería «desproporcionada y peligrosa» porque «hay un amplio reconocimiento de que la UNRWA es un proveedor insustituible de ayuda vital a los palestinos», afirmó el pasado domingo el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.De acuerdo con el alto diplomático español, después de las acusaciones israelíes de que al menos 12 empleados de la UNRWA participaron en el ataque del 7 de octubre del movimiento palestino Hamás, la agencia reaccionó inmediatamente, rescindiendo los contratos de los acusados. Añadió que la investigación de la ONU «está en marcha».
«Se espera que la agencia proporcione servicios públicos de alta calidad y bajo costo en un entorno de alto riesgo, contratando principalmente a empleados locales. Solo en Gaza, 13.000 empleados locales, que también son víctimas de la actual tragedia humanitaria, desempeñan un papel fundamental en distribuir comida, agua y medicamentos entre 1,1 millones de personas que sufren un hambre catastrófica y un brote de enfermedades», destacó Borrell, agregando que los trabajadores de la UNRWA prestan atención alrededor de un millón de personas desplazadas y unas 23.000 consultas médicas cada día.En este contexto, pese a que las emociones que provocaron las suspensiones de financiamiento por parte de algunos países son «comprensibles», «la responsabilidad política tiene que mirar más allá de las emociones y tener en cuenta las consecuencias de este paso». Según Borrell, actualmente los fondos suspendidos ascienden a más de 440 millones de dólares, lo que representa casi el 50% de los ingresos previstos para el 2024.Actualmente, la UNRWA se enfrenta a la suspensión de financiación por parte de 16 países. Entre tanto, el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, declaró que «estas decisiones amenazan nuestro trabajo humanitario actual en la región, incluyendo especialmente la Franja de Gaza».