Buenos Aires, una metrpoli, alberga una amplia gama de restaurantes que reflejan la importancia de la migracin en esta vibrante ciudad.
Entre las comunidades migrantes ms destacadas se encuentra la juda, que ejerce una fuerte influencia en el centro de la ciudad y la boliviana cuya poblacin es bastante extensa.
En medio de esta diversidad gastronmica, en la calle Tucumn No. 2678, se encuentra Carlitos, un establecimiento cuyo propietario, Juan Carlos Mendoza Villalta (48 aos), casado con Simona Campusano, es originario de La Paz, hincha del Bolvar y del Independiente de Avellaneda gracias a la presencia de uno de los mejores defensores del ftbol boliviano, Oscar Snchez, quien alguna vez jug en este ltimo equipo, destaca en la gran Buenos Aires.
La ubicacin privilegiada de Carlitos, en pleno centro de bonaerense, marca una gran diferencia respecto a otros restaurantes bolivianos. Esto lo convierte en el principal embajador de la gastronoma boliviana en la capital argentina, no solo satisfaciendo el paladar boliviano, sino tambin atrayendo a argentinos y turistas de diferentes partes del mundo que visitan la ciudad.
En sus mesas, podemos encontrar a Adrin y Luca, una pareja de argentinos que ya han viajado a Bolivia y que, por primera vez, estn disfrutando de los sabores de Carlitos. «Bolivia es el pas ms autntico de Latinoamrica», afirma Adrin mientras deleita su paladar con una sopa de man, y Luca disfruta por primera vez de un chairo especial, acompaado de unas deliciosas salteas.
Ambos expresan su alegra por tener este restaurante boliviano en el corazn de la ciudad, ya que de lo contrario tendran que desplazarse hasta el barrio de Liniers, lo que implicara un viaje bastante extenso.
Pero Carlitos no es solo un restaurante, es una historia de lucha y determinacin, la historia de su dueo, quien afirma: «Mi vida ha sido una constante bsqueda de oportunidades». Desde una edad temprana, Juan Carlos tuvo que trabajar para ayudar a su madre, Felicidad Villalta, vendiendo cristales en el mercado y en diferentes comercios.
A partir de los 14 aos, comenz a trabajar en diversos oficios, desde voceador de minibs hasta ayudante de albail y rbitro. Los fines de semana, ayudaba en la cocina del bufet que su madre administraba dentro de un complejo deportivo en la ciudad de El Alto. Fue as como Juan Carlos dio sus primeros pasos en el mundo de la gastronoma.
Cuando se gradu de bachiller, al igual que sus cinco hermanos mayores, decidi emigrar a Argentina en busca de oportunidades de prosperidad que consideraba inalcanzables en Bolivia. Al llegar, como la mayora de los migrantes bolivianos, comenz a trabajar en un taller de costura, donde permaneci durante dos aos. Posteriormente, incursion en el sector del corte, primero como ayudante y luego como cortador.
«En ese empleo, estuve diez aos y trabajaba en blanco, pero no quera depender de un empleo de por vida», afirma Mendoza. Fue entonces cuando decidi aprovechar la oportunidad de comprar un negocio de parrilla. Abandon as la seguridad de su trabajo anterior para aventurarse en el mundo culinario, especializndose en parrilladas.
«Dirigir un negocio de parrilla no es tarea fcil; conlleva sus riesgos, especialmente en lo que respecta al manejo de combustible. De hecho, en una ocasin, los bomberos tuvieron que intervenir debido a un accidente», recuerda Mendoza.
Por eso, hace exactamente diez aos, un 16 de julio, decidi inaugurar Carlitos, que hasta la fecha sigue siendo su mayor emprendimiento. Se siente profundamente orgulloso de ello y, por tanto, dedica toda su energa, a atender a sus clientes y en la preparacin de los platos.
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