The Strongest clasificó a los cuartos de final de la Copa Bolivia, al someter ayer a domicilio al Club Aurora por 2-1 en cotejo disputado en el estadio Félix Capriles, por la etapa de play offs (partido de vuelta), ante al menos 3 mil personas.
El plantel dirigido por Joaquín Monasterio, con esta victoria, tiene un nuevo desafío y es contra el plantel de Guabirá en la siguiente instancia del torneo. En cambio, Aurora, que está viviendo un año traumático en su historia deportiva, debe resignar las esperanzas que tenía en este campeonato corto, para levantar cabeza y evitar ser borrado totalmente de la División Profesional, ya que su descenso en la Liga Boliviana (torneo largo), es casi inminente.
En lo futbolístico, anotaron para el Tigre, Arrascaita de penal (36’) y Chávez (49’). En cambio, Aurora inauguró el marcador a través de Ballivián a los (12’) de iniciado el juego.
Como ya es costumbre en el aurinegro, su fútbol fue de menos a más, porque hasta el único contraste que tuvieron, mostraron juego lento, fallas en la defensa y algunos lanzamientos inciertos sobre el arco de Barba.
Los locales se sintieron conformes con la victoria parcial de manera muy prematura y solo apelaron a quedarse en su área y esperar las llegadas del rival para probar uno que otro contragolpe.
En cambio, el Tigre comenzó a “calentar motores” y en una llegada muy especial hasta el área de los celestes, una mano de Óscar Vaca ante la arremetida de Amoroso, derivó en penal que sin dudarlo fue sentenciado por el juez del partido y Arrascaita lo convirtió en gol. (1-1).
Pero como The Strongest no se conforma con poco, cuando se disputaba el tiempo de recuperación del primer tiempo, se adelantó en el marcador y fue después de un descuido de la flaca defensa aurorista, que entre tropiezos logró calmar el ímpetu de Arrascaita, pero el rebote lo aprovechó Chávez, para ir al descanso con tranquilidad del 2-1 en favor de su cuadro.
El segundo tiempo ya era tarde para el local, los atigrados habían ganado espacios y en dos o tres toques, lograban “embotellarlos”.
Aunque no hubo más goles, el Tigre pudo haber convertido en más de una oportunidad porque el local era cero rendimiento por la desesperación y el nerviosismo.
Producto de este panorama, salió expulsado Didí Torrico, quien, como la mayoría de sus compañeros, apeló al juego fuerte ante la impotencia de generar al menos un empate, para no quedar humillado en casa.
Acabó el partido con el festejo aurinegro y con la decepción de la hinchada cochabambina.
GHILKA SANABRIA
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