Los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) son enfermedades mentales graves que conllevan alteraciones de la conducta alimentaria en los que la persona afectada muestra una fuerte preocupacin por su peso, su imagen corporal y su alimentacin, entre otros factores. En Espaa existen alrededor de 400.000 casos de personas que sufren estos trastornos, segn los ltimos datos de la Asociacin TCA Aragn, siendo los ms frecuentes la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracn, segn han informado a El Peridico de Espaa, del grupo Prensa Ibrica.Aunque pueden aparecer en cualquier momento de la vida, la adolescencia es la etapa con mayor riesgo para el desarrollo de este tipo de enfermedades, registrndose la mayor incidencia de casos entre los 12 y los 18 aos.Mara Fernndez, psicloga especialista en Trastornos de la Conducta Alimentaria de Adaner (Asociacin en Defensa de la Atencin a la Anorexia Nerviosa y Bulimia), explica que, en este tipo de enfermedades el foco est puesto en la alimentacin y el peso, aunque realmente es un trastorno que se basa en el control. La forma de controlar la vida de la persona que sufre trastorno TCA es mediante esa relacin insana con la comida, subraya.La experta expone que, pese a que la gente piensa que una persona tiene un TCA porque quiere, no se trata de querer o no sino que es un trastorno psicolgico. Aclara que su desarrollo no se debe a una sola causa sino que es multifactorial: El desencadenante puede ser el cambio de colegio al instituto o a la universidad, problemas con amigos, una ruptura sentimental, cuando tienes hijos o empiezas la menopausia.Fernndez seala, a este respecto, que es un trastorno de media-larga evolucin y, por eso, es esencial tener en cuenta el contexto personal de cada paciente. No se puede obviar el entorno porque es el da a da de esa persona, incide.FamiliaEl hijo de Pepi Aymat tena 30 aos cuando empez a desarrollar una anorexia nerviosa. En ese momento, el chico viva en la casa familiar y su madre relata que fue brutal cuando empezaron a notar cambios de actitud, de humor, tristeza, y ms tarde, su cambio corporal y su falta de alimentacin, pese a que su hijo les aseguraba que estaba todo bien.Hasta que un da decidieron hablar con l. Le dijimos es que si se quera curar o se quera morir, y nos respondi que quera curarse, detalla la actual presidenta de Adaner. Fue entonces cuando decidieron pedir ayuda precisamente a esta asociacin. Fue nuestra salvacin. Nos escucharon, nos informaron de lo duro que iba a ser esto, de lo que podamos conseguir y que, desde luego, iba a ser un proceso largo, recuerda.Al principio, el desconocimiento hizo que sus padres le presionaran. No sabamos cmo comportarnos, cmo abordar esto; no tenamos idea, remarca Pepi, pero recuerda que eran conscientes de que su comportamiento iba alejndoles cada vez ms de su hijo. Poco a poco fueron aprendiendo a saber en qu momento puedes decirle algo y aprender a poner lmites, un cambio de actitud que, para su hijo, fue una demostracin de que entendan que estaba enfermo.El apoyo del entorno es fundamental en el proceso de recuperacin de un TCA. «Un chico o una chica que no tenga un apoyo en su casa est perdido», advierte Pepi que, aade que, la figura parental debe transmitir tranquilidad, seguridad y firmeza. Desde su experiencia personal, anima a otros padres a prestar atencin y preguntar a sus hijos si notan algn cambio en su actitud, para poder abordar la situacin con rapidez.Pese a ello, confiesa que hay un sentimiento generalizado de culpa que inunda a los padres que se enfrentan a este tipo de enfermedades. Piensas en qu has hecho y en qu te has equivocado. Aunque la culpa no se te quita enseguida, con el tiempo aprendes que ni t tienes la culpa y ni mucho menos l, asevera. Las personas con TCA no estn ah porque quieren sino que entran en una dinmica y cuando se quieren dar cuenta no pueden salir, apostilla.AmigosLa psicloga Mara Fernndez remarca que, en muchos casos, la familia piensa que es algo tpico de la adolescencia y son los propios amigos los que se percatan de que algo no est bien y dan la voz de alarma.Conchi Gonzlez vivi con 16 aos el desarrollo de un TCA en su mejor amiga, Carlota. Me acuerdo perfectamente: estbamos en su casa merendando y ella estaba todo el rato contando las caloras de la comida. Ah es cuando nos empezamos a preocupar, recuerda.Para ella, era el primer caso de este tipo de trastorno que conoca y reconoce que no entenda cmo le poda estar pasando eso. Ella se vea gorda, tena muchos miedos e inseguridades, comenta. Cuando Carlota fue diagnosticada con TCA fue un choque de realidad: Fue un momento difcil tanto para ella como para todo el grupo de amigas porque es algo que no te esperas.Cuando empez el tratamiento, Carlota pidi que Conchi fuese la persona que la acompaara a todos lados: desde ir con ella al bao entre clases, llevarla y traerla a la puerta de su casa o apuntar en una libreta lo que coma todos los das. Si ella me deca ‘Conchi, cmete t la manzana, que yo no puedo’, tena que apuntar que Carlota me haba dicho que me comiera la manzana, relata.Los TCA ms frecuentes son la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracn. / CanvaHaba das muy duros, con llantos, en los que Carlota protestaba porque no quera comer, pero Conchi era plenamente consciente de que su amiga tena que ponerse bien. Me dijeron que no la cubriera en ningn momento, que estaba haciendo dao a Carlota si la cubra, sostiene.Dentro de su grupo de amigas, todas acordaron dejar de hablar de sus cuerpos y desterraron este tipo de temas de sus conversaciones. Adems, en casa de Carlota, sus padres taparon los espejos para que no pudiera verse en ellos durante el proceso de recuperacin.Tena muchas inseguridades y era muy tmida. Creo que es una putada que tengas que pasar por algo as pero pienso que gracias a esto ha cambiado personalmente mucho y a mejor, afirma Conchi. RecuperacinCasi seis aos despus de empezar con el tratamiento Carlota recibi el alta mdica. Hoy en da, es psicloga y se dedica a tratar a pacientes, que como ella en el pasado, padecen trastornos de la conducta alimentaria. Su amiga Conchi, asegura que se siente sper orgullosa de ella y est convencida de que no hay mejor manera de que una persona que lo haya pasado tan mal, elija vivir esta situacin desde otro punto de vista, ayudando a los dems. A nivel personal, Conchi Gonzlez admite que haber vivido esta experiencia tan cercana la ha ayudado a valorarse ms y a ser consciente de lo que significa tener TCA.En el caso de Pepi Aymat, el final ha sido tambin feliz. A da de hoy, y tras cinco aos largos de tratamiento, esta madre puede decir que su hijo es un ejemplo real de que, efectivamente, de los TCA se puede salir. El mensaje que tanto las familias como amigos y especialistas quieren transmitir es claro: S se puede salir de un TCA.Para que se alcance esa recuperacin real, Mara Fernndez apunta a que el primer paso debe ser que la persona se d cuenta de que tiene un problema y, a partir de ah, busque ayuda y empiece una terapia. Debe mantenerse en ese proceso e ir trabajando la parte emocional que le permitir controlar su vida y su alimentacin, agrega.La psicloga tambin advierte la importancia de evitar ciertos comentarios durante el proceso de recuperacin como qu guapa ests ahora o qu bien te veo, ya que las personas con trastorno TCA pueden verlo como un retroceso. Estamos siempre reforzando este tipo de cosas y hay que evitar los comentarios sobre el cuerpo porque nunca sabemos a quin tenemos delante, enfatiza.Por tanto, incide en que el acompaamiento conlleva que el paciente haga cambios pero el entorno tambin debe hacerlos; no queda otra, es un proceso de cambio para todos.Mara Fernndez tambin resalta la relevancia que tienen las redes sociales en el desarrollo de este tipo de trastornos, pero se muestra optimista. Resalta que existen peligros dentro de las redes que pueden provocar un trastorno pero tambin reportan beneficios e informacin que pueden ayudar a detectar el problema. Hay una parte de divulgacin que ayuda, como por ejemplo, sentirte parte de un grupo de personas que se encuentran en tu misma situacin, concluye.
La recuperacin de las personas con TCA: «Es un proceso de cambio para todos»
