¿Tu jamón se puso baboso? ¿Piensas lavarlo? Una reconocida experta revela si esta práctica es correcta, así que presta mucha atención, porque muy seguramente la has realizado en más de una ocasión.
Cocinar es una de las actividades más frecuentes que hacemos durante el día, y es que esto nos permite dar las debidas comidas, mismas que son necesarias para poder obtener la energía suficiente para realizar actividades, así como para nutrir nuestro cuerpo.
Ahora bien, cocinar no es solo preparar los alimentos (como el jamón) y ya, es prestar atención a cada uno de estos para ver si están en buenas condiciones antes de cocinarlos, así como tener una buena higiene para evitar poner en riesgo la salud.
Teniendo en cuenta lo anterior, hoy te hablaremos sobre una situación que suele darse mucho en la cocina; lavar los alimentos, y es que, si bien esta es una práctica de higiene, debes de considerar que no todos se lavan.
Lo anterior puede verse en el caso del pollo, y es que muchos expertos en alimentos han asegurado que esta carne no se debe de lavar, ¿la razón? Se da el riesgo de contaminar las superficies u otros alimentos al momento de lavar un pollo crudo.
En otro ejemplo tenemos al jamón, mismo que es <
Estos mismos expertos mencionan que el jamón aporta proteínas, así como minerales que pueden resultar beneficiosas para el cuerpo, sin embargo, hay algo que debes de saber, y es que el jamón no debe lavarse por ningún motivo.
¿Alguna vez te ha pasado que al momento de sacar el jamón de la nevera está con consistencia babosa e incluso blanquecina?
El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo refiere que esa consistencia es una viscosidad se trata de <
Sin embargo, un investigador del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) revela que estas bacterias en baja concentración no representan gran riesgo para la salud, sin embargo, lo ideal es no consumir el jamón en este estado, debido al olor tan desagradable.
Por otra parte, tampoco se recomienda lavar el jamón si lo encuentras con esta viscosidad y tonalidad, ya que solo te encargarás de esparcir las bacterias por las zonas que se encuentren cerca, incluso en otros alimentos cercanos.
Incluso, aun cuando hayas lavado el jamón, estas bacterias no se irán del todo, por lo que se adentrarán a tu organismo si lo consumes, a su vez que hay la posibilidad de que entren otras bacterias que hayan crecido a la par de estas y no lo sepas.
Así que ahora ya lo sabes, no debes de lavar el jamón con viscosidad para proceder a consumirlo, las bacterias no se van del todo.